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Preguntas sobre el glaucoma: resolvemos tus mayores dudas

Actualizado el 27/05/2024

 

El glaucoma, primera causa de ceguera irreversible en el mundo, es una de las enfermedades degenerativas oculares más graves. Debido a que existe una ausencia de síntomas hasta las fases más avanzadas, el diagnóstico suele ser tardío. En este post de blog vamos a responder a algunas de las preguntas más frecuentes sobre glaucoma que nos hacen los pacientes del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.

¿Por qué se produce el glaucoma? 

El glaucoma es una enfermedad degenerativa que va deteriorando poco a poco el nervio óptico. “Existen varios factores que lo causan, pero en la mayoría de los casos, se origina a raíz del aumento de la presión intraocular. Ocurre cuando el sistema de drenaje del humor acuoso (un fluido transparente que se ubica en la cámara anterior del ojo) no funciona de manera correcta y hace que el flujo se acumule, causando el aumento de la presión.”, explica el Dr. Andrés Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, especialista de la Unidad de Glaucoma del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.  

Hay otros casos menos frecuentes como el glaucoma congénito, que es causado por un desarrollo inadecuado de las estructuras que conforman el sistema de drenaje del humor acuoso. Y también existe el glaucoma secundario, el cual se puede producir como consecuencia de la evolución de otras enfermedades oculares o sistémicas.  

¿El glaucoma es hereditario?

Aunque el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta con la edad, existen tipos de glaucoma exclusivos en la etapa pediátrica, como es el caso del glaucoma congénito. Otro factor clave en el desarrollo de esta patología son los genes, ya que los familiares directos de pacientes con glaucoma tienen más probabilidades de padecerlo. De la misma manera, las personas con miopía alta o magna corren el riesgo de tener predisposición a desarrollar glaucoma.  

Mi padre tiene glaucoma; ¿a mí me puede afectar en el futuro?

Sí, existe un componente hereditario. Es decir, los antecedentes familiares son un factor de riesgo para acabar desarrollando esta patología. En estos casos, es importante hacer revisiones oftalmológicas periódicas para un diagnóstico precoz del glaucoma. Se recomienda hacer una cada dos años tras cumplir los 40 y de manera anual después de los 60.

Este no es el único factor de riesgo en el glaucoma. Existen otros que también deben tenerse en cuenta como:

  • Contar con una presión ocular elevada.
  • Tener hipermetropía o miopía.
  • Tener una córnea más delgada en la zona central.
  • Sufrir un daño del nervio óptico.
  • Seguir un tratamiento prolongado con esteroides.
  • Haber sufrido una lesión ocular.
  • Padecer otras enfermedades como diabetes, hipertensión, migrañas…

¿Se puede curar el glaucoma?

El daño provocado por el glaucoma no puede revertirse, pero sí se puede detener con el tratamiento adecuado. Por lo tanto, el glaucoma no se puede curar, pero sí frenar. Para ello, es muy importante el diagnóstico precoz para poder detectarlo en los primeros estadios de la enfermedad. Los especialistas del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega recomiendan hacer revisiones periódicas con un oftalmólogo. En concreto, se recomienda una revisión oftalmológica cada dos años después de cumplir 40 y una revisión anual después de los 60. 

¿Qué tipos de glaucoma existen? 

Los síntomas del glaucoma varían dependiendo del tipo y de la fase en la que esté. Por lo general, se pueden distinguir dos tipos de glaucoma: El de ángulo abierto y el de ángulo cerrado.

Glaucoma primario de ángulo abierto 

Se trata de la forma más común de glaucoma, en él, la acumulación de presión del líquido en el ojo sucede lentamente y, con el tiempo, el nervio óptico acaba dañándose. Por lo general, no existen signos ni síntomas de advertencia temprana de este tipo de glaucoma. La mayoría de personas apenas notan un cambio en su visión porque, al sufrir una pérdida de la visión lateral, el cerebro tiene la capacidad de compensar y rellenar los puntos ciegos combinando imágenes.

Se trata de una enfermedad silenciosa porque, para el momento en el que el paciente nota una pérdida de la visión o sufre visión de túnel, la enfermedad ya está más avanzada.

Glaucoma de ángulo cerrado 

El glaucoma de ángulo cerrado es mucho menos frecuente. Se desarrolla de forma más rápida que el anterior y se produce por el bloqueo de los canales de drenaje, lo cual produce un repentino aumento de la presión intraocular.

Este tipo de glaucoma provoca daños generalmente muy notorios y presenta síntomas como: Dolor de cabeza intenso, dolor ocular, náuseas y vómitos, visión borrosa, halos alrededor de las luces o enrojecimiento de los ojos.

¿Voy a perder la vista si tengo glaucoma? 

Esta es una de las preguntas más frecuentes sobre glaucoma. A pesar de que el glaucoma no se puede curar, con el tratamiento se puede retrasar la progresión de la enfermedad para mantener la visión y la calidad de vida de los pacientes.

Aunque cada caso es diferente, lo más habitual es comenzar por el uso de medicamentos por vía tópica, es decir colirios, para reducir la presión intraocular.  Sin embargo, en ocasiones hay que recurrir a otras opciones de tratamiento como el láser y, en último término, se recurre a la cirugía. Existen varias opciones quirúrgicas:  la trabeculectomía; la esclerectomía profunda no perforante; implantes para cirugía mínimamente invasiva, válvulas…

Filtro neuroprotector para el glaucoma 

El Instituto Universitario Fernández-Vega está trabajando junto a investigadores de Idonial en el desarrollo de un filtro neuroprotector para el glaucoma. La neuroprotección consiste en proteger las células ganglionares de la retina para que sobrevivan y mantengan su funcionalidad y, de esa manera, poder prevenir, reducir o retrasar la pérdida de campo visual que se produce en el glaucoma.   

El objetivo de este filtro es que, en lugar de bloquear la luz potencialmente nociva, transforme la longitud de onda en una más beneficiosa. De esta manera, este filtro selecciona qué porcentaje de luz “dañina” se desea reducir y lo transforma en luz beneficiosa que activa en las células unos mecanismos que favorecen la supervivencia celular.  

Lo que se pretende es mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el glaucoma o también la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).  

¿Cómo afecta la luz a las personas que padecen glaucoma? 

Hoy en día no se considera que la luz tenga un papel en la aparición de la enfermedad, aunque se está estudiando como posible factor de riesgo asociado, porque la luz que penetra en el ojo incide directamente en las células ganglionares de la retina, que son las células que se ven afectadas en el glaucoma.   

Además, la luz interacciona con componentes de las células y activa diferentes respuestas moleculares, con efectos positivos o negativos, dependiendo del espectro. En este sentido, los investigadores del Instituto Universitario Fernández-Vega están evaluando los efectos que pueden tener las diferentes longitudes de onda de la luz en la retina. Hasta ahora se ha logrado identificar que, modulando dicha luz, se puede obtener un efecto beneficioso.  

Glaucoma: alimentos recomendados. ¿Es cierto que hay alimentos que pueden reducir la tensión ocular?

No hay evidencias científicas que demuestren que el consumo de ciertos alimentos reduzca la tensión ocular. No obstante, algunos expertos aconsejan tener unos hábitos de vida saludables para frenar el desarrollo de ciertas patologías.

Algunos alimentos recomendados para promover la salud ocular son aquellos con los siguientes nutrientes:

  • Omega 3. Presente en el pescado azul, frutos secos, marisco y semillas.
  • Vitamina A. Presente en lácteos y pescado azul.
  • Vitamina E. Abundante en los vegetales de hoja verde, en los frutos secos y en las semillas de girasol.
  • Vitamina C. Presente en el brócoli o en alimentos cítricos como la naranja, el kiwi o las fresas.
  • Alimentos ricos en antioxidantes. Presentes en vegetales de hojas verdes que contienen luteína y zeaxantina, como las espinacas, la escarola y las acelgas.

¿Es cierto que hay alimentos que pueden reducir la tensión ocular? Me han dicho que el café, té y chocolate no son aconsejables en pacientes con glaucoma ¿Es así?

La evidencia disponible no es suficiente para justificar una recomendación de cambio de dieta a los pacientes con glaucoma, aunque parece que las grasas pueden modificar la tensión ocular. No obstante, se sabe que una dieta adecuada resulta imprescindible para promover la salud ocular y retrasar el inicio o la progresión de algunas enfermedades. Por ejemplo, se ha constatado que el consumo de vitaminas C y E, otros antioxidantes y minerales como el zinc pueden reducir la progresión de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).

Por otra parte, aunque existe controversia sobre el efecto de la cafeína en la tensión ocular, un estudio en más de 3000 individuos demostró que los pacientes con glaucoma con consumo regular de cafeína tenían tensión ocular más alta, a diferencia de lo que ocurría en individuos sanos e hipertensos oculares. En cuanto al consumo de té y chocolate no existen datos que desaconsejen su consumo en estos pacientes.

Tensión alta en el ojo: ¿Existen actividades perjudiciales para la tensión ocular?

El deporte mejora la salud en general, mejora la oxigenación y, su práctica habitual puede reducir la presión intraocular. No obstante, algunas actividades pueden resultar perjudiciales para los pacientes con glaucoma, en concreto, aquellos deportes que producen un aumento de la presión arterial en la zona cervical y de la cabeza como la natación o el levantamiento de pesas.

Así mismo, las actividades desarrolladas en condiciones barométricas extremas (montaña o buceo) pueden resultar perjudiciales para mantener bajo control una presión intraocular elevada.

¿Puedo seguir haciendo ejercicio si tengo glaucoma?

La práctica regular de ejercicio aeróbico produce una reducción continua de la tensión ocular basal y facilita una progresión más lenta del daño en el campo visual en pacientes con glaucoma. De hecho, recientes estudios realizados por investigadores de la Universidad de California y publicados por la Academia Americana de Oftalmología señalan que las personas que realizan actividad física de moderada a fuerte pueden reducir hasta un 73% su riesgo de desarrollar glaucoma.

Sin embargo, en pacientes con dispersión pigmentaria, la tensión ocular suele subir después de hacer ejercicio. Cada caso es diferente, por lo que debe ser el oftalmólogo el que determine si es aconsejable o no la práctica de ejercicio en función de las características del paciente y el estado de la enfermedad.

 ¿Qué hábitos tengo que cambiar si tengo glaucoma o tensión ocular alta?

Existen hábitos que pueden evitar que la tensión ocular alta empeore, como la práctica de deporte o el consumo de alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes. También es importante evitar hábitos que fomenten la proliferación de radicales libres como el alcohol y el tabaco.

Si tenemos problemas de presión ocular se desaconseja el exceso de alimentos precocinados y procesados, con alto contenido en harinas refinadas y carbohidratos. También es importante la preparación de los alimentos e intentar cocinarlos al vapor y no fritos.