Tratamiento del Glaucoma: Trabeculectomía - Instituto Oftalmológico Fernández-Vega
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Trabeculectomía

La trabeculectomía es la técnica de cirugía de glaucoma más extendida y más frecuentemente realizada en todo el mundo. Se trata de un procedimiento quirúrgico que se engloba dentro de lo que se conoce como cirugía filtrante de glaucoma.

Los procedimientos filtrantes tienen por objetivo reducir la presión intraocular mediante la creación de una ruta alternativa al flujo del humor acuoso, que es el fluido que ocupa la parte delantera del globo ocular (conocida como cámara anterior). Mediante la reducción de la presión intraocular se busca disminuir la progresión del daño sobre el nervio óptico.

Después de una disección de la conjuntiva (la envuelta externa del ojo), se talla un pequeño colgajo de la esclera que hay bajo la misma. En este momento, se pueden emplear sustancias que ayudan a reducir la cicatrización excesiva de los tejidos oculares, lo cual incrementaría el riesgo de fracaso de la operación.

A continuación se accede a la cámara anterior y a través de esa comunicación se favorece la salida controlada el humor acuosohacia el espacio debajo de la conjuntiva. Finalmente, se lleva a cabo el cierre de las capas del ojo manipuladas, tanto de la esclera como de la conjuntiva, mediante puntos de sutura. De esta manera, se crea una estructura que se llama ampolla de filtración, que queda cubierta por el párpado superior, y cuya integridad será muy importante conservar para asegurar el correcto funcionamiento de la operación.

Habitualmente, la trabeculectomía se realiza bajo anestesia locorregional y se puede llevar a cabo en combinación con la cirugía de catarata, en el mismo acto quirúrgico.

Es muy importante destacar que este tipo de intervención requiere un seguimiento exhaustivo y detallado, incluyendo en general varias revisiones en las primeras semanas del postoperatorio. Se revisan los espacios del ojo y la forma y función de la ampolla de filtración, asegurando que la comunicación permanece permeable, con un filtrado adecuado (ni demasiado elevado ni excesivamente reducido) que evite grandes oscilaciones en las cifras de presión intraocular.

En ocasiones, es necesario llevar a cabo diversas manipulaciones en la zona de la cirugía, e incluso maniobras o empleo de ciertos fármacos adicionales locales para evitar el proceso de cicatrización que reduciría el éxito de la intervención.

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