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Cómo tratar el glaucoma: últimos avances y nuevas perspectivas

Actualizado el 24/06/2024

 

En este post intentaremos resolver algunas preguntas frecuentes en torno a cómo tratar el glaucoma. Pero, antes de nada, empecemos por el principio: ¿qué es el glaucoma?

¿Qué es el glaucoma y por qué se da?

Hay que tener en cuenta, que se trata de la principal causa de ceguera irreversible en el mundo y que en España esta patología afecta a medio millón de personas, es decir, un 3% de la población.  

El glaucoma es una enfermedad degenerativa ocular que provoca una reducción paulatina de la visión, pudiendo llegar a ocasionar ceguera. Esto se produce por una pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico. La causa más común de este proceso es el aumento en la presión intraocular.

En general, el glaucoma es una patología difícil de diagnosticar, ya que no suele producir síntomas hasta fases avanzadas. Además, existen diferentes tipos de glaucoma con diferente origen, evolución y, por lo tanto, tratamiento. Los exámenes oftalmológicos periódicos son clave para un tratamiento oportuno.  

Avances sobre el glaucoma

En los últimos años ha habido muchos avances científicos aplicados al ámbito de la salud, entre ellos del campo de la salud ocular y el glaucoma. Una de las innovaciones más destacables son las nuevas técnicas MIGS, un compendio de cirugías de glaucoma poco invasivas que permiten reducir los riesgos asociados a otro tipo de cirugías más invasivas.

Filtro neuroprotector para el glaucoma 

“En el glaucoma, la luz que penetra en el ojo incide directamente en las células ganglionares de la retina, que también se ven afectadas por la enfermedad”, explica el Dr. Andrés Fernández-Vega Cueto- Felgueroso, especialista de la Unidad de Glaucoma del IOFV.  

En este sentido, el Instituto Universitario Fernández-Vega, de la mano de investigadores de Idonial, está trabajando en el desarrollo de un filtro neuroprotector para gafas y lentes que selecciona qué porcentaje de luz “dañina” se desea reducir y lo transforma en luz beneficiosa que activa en las células unos mecanismos que favorecen la supervivencia celular. Esto se debe a que se ha observado que modulando la luz se puede obtener un efecto beneficioso y una respuesta terapéutica adecuada. 

¿Qué no se debe hacer cuando se tiene glaucoma?

Tras el diagnóstico del glaucoma, es crucial extremar los cuidados de la zona ocular para evitar otras enfermedades y complicaciones en el proceso. Algunas recomendaciones son:

  • Evitar contaminación o irritación en los ojos. Aunque siempre es importante, aún lo es más en el caso del glaucoma. Hay que evitar frotarse los ojos, extremar la higiene si se usan lentes de contacto o evitar cremas y maquillajes que puedan causar irritación. De igual modo, es conveniente proteger los ojos si se realizan deportes acuáticos.
  • Mantener un estilo de vida saludable. Como siempre, es importante que sigamos buenos hábitos, tanto alimentarios como de estilo de vida, para mantener la salud y que el diagnóstico de glaucoma no empeore. En este sentido, conviene evitar la carne roja, alimentos con mucha sal y, por supuesto, el tabaco y el alcohol.
  • Determinadas prácticas deportivas. Hay algunas posturas de gimnasia o yoga también están contraindicadas por aumentar la presión en la zona del cráneo.

¿Por qué tengo que realizar periódicamente pruebas si mi glaucoma lleva controlado y estable años?

Es crucial que las personas diagnosticadas con glaucoma mantengan revisiones periódicas para garantizar la estabilidad de esta enfermedad, pues es muy fácil que el proceso se reactive.

Existen varias pruebas que, aunque sean algo tediosas para algunos pacientes, son necesarias para hacer un seguimiento de la evolución del glaucoma. Por ejemplo la perimetría (campo visual),  o la medición de la tensión ocular como complemento de estos exámenes, aportan datos fundamentales para el control de la enfermedad.

Dado que el glaucoma no muestra síntomas hasta fases avanzadas, es recomendable realizar revisiones periódicas, incluso si no se ha diagnosticado la patología. Esto es especialmente importante para las personas mayores de 40 años, aquellas con antecedentes familiares de glaucoma, y los pacientes con miopía alta o magna. 

¿Cómo se puede curar el glaucoma?

En el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega contamos con tecnologías de última generación para identificar el glaucoma incluso en fases iniciales, lo que supone una gran herramienta para detectar y abordar esta patología ocular. 

Aún así, hay que tener en cuenta que el daño que produce el glaucoma no puede remitir, pero la adherencia al tratamiento y las revisiones periódicas pueden ayudar a prevenir que siga progresando.

Los tratamientos del glaucoma pueden dividirse en tratamientos farmacológicos y cirugías. La elección de un tratamiento u otro dependerá siempre de la decisión del oftalmólogo según las necesidades específicas de cada paciente.

Dentro de los tratamientos farmacológicos, el más habitual es el uso de medicamentos por vía tópica, es decir colirios. Esto puede ayudar a reducir la presión ocular al mejorar el drenaje del líquido del ojo, disminuyendo el líquido acumulado. Así, se trata de una manera eficiente de tener controlada la enfermedad. Puede ocurrir que las gotas por sí solas no estén logrando el efecto buscado, con lo que se pueden complementar con un fármaco oral.

En cambio, hay ocasiones en las que es necesario acudir a terapia láser, donde mediante un rayo láser pequeño se abren los canales obstruidos. Otro procedimiento sería la cirugía, como la la trabeculectomía o la esclerectomía profunda no perforante.

¿Si ya llevo tiempo aplicando un colirio, es necesario operarme?

Como comentábamos, existen diferentes técnicas quirúrgicas para operar un glaucoma con resultados satisfactorios, pero la cirugía solo suele reservarse para los casos que no se pueden controlar con los colirios, o hay un rechazo a los mismos.

El cambio de tratamiento dependerá de la decisión del médico en cada caso, pero, en general, si se puede tener un buen control de la enfermedad con los medicamentos y las revisiones periódicas, lo habitual sería continuar con el tratamiento y no operar.

¿Es normal no notar ninguna mejoría con el uso del colirio?

En muchos casos, es muy frecuente que los pacientes no noten ninguna mejoría con el tratamiento farmacológico, e incluso pueden llegar a notar efectos negativos como picor o enrojecimiento.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el foco de mejora, que es la reducción de la tensión ocular, no es algo que sea perceptible por los pacientes en el día a día. Por lo tanto, siempre se recomienda hacer las revisiones oftalmológicas oportunas para controlar el funcionamiento del tratamiento.

¿Existen diferentes tipos de colirios para tratar el glaucoma?

Dentro de los medicamentos farmacológicos, existen varios tipos de mecanismos de acción y perfiles de seguridad diferentes. El oftalmólogo debe conocer las características del paciente y de la enfermedad para asignar el medicamento óptimo para cada situación.

¿Cuál es el mejor colirio para el glaucoma?

Hay muchos tipos de colirios que se pueden utilizar para tratar el glaucoma, la elección de uno o varios de ellos dependerá de la decisión del oftalmólogo según las necesidades y especificidades de cada paciente.

Sobre el papel no hay un colirio que sea mejor que otros, hay colirios que ayudan a mejorar diferentes afecciones. Por ejemplo, las prostaglandinas reducen la presión ocular fomentando la salida del líquido del ojo, mientras que los betabloqueadores trabajan reduciendo la producción del líquido en el ojo. Según cada paciente, se seguirá un tratamiento u otro.

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