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Descubre las enfermedades que causan ceguera y sus tratamientos

Como comentamos en muchas ocasiones, los ojos son un órgano del cuerpo muy frágil, que es propenso a sufrir trastornos diversos. No solo se ven afectados por las enfermedades específicas de los ojos, también les puede impactar otros trastornos más generales que se dan en el resto del cuerpo, como las enfermedades reumáticas autoinmunes. Por supuesto, la magnitud de estas complicaciones puede variar, pero hay varias enfermedades que causan ceguera de manera irremediable. Es importante saber cuáles son y conocer sus síntomas para poder actuar a tiempo y prevenir en la medida de lo posible complicaciones como la pérdida de visión.

enfermedades que causan ceguera

Índice de contenidos

¿Qué enfermedades pueden dejarte ciego?

Para empezar, hay que recordar que hay varios tipos de ceguera. En este caso estamos hablando de la ceguera legal, que supone la pérdida del 80% de la capacidad visual y, por lo tanto, impide que las personas que la padecen puedan desenvolverse en el día a día con normalidad y autonomía. Otra característica de este nivel de pérdida de visión es que no se puede arreglar con herramientas, fármacos o cirugías. La ceguera suele ocurrir como resultado de diversas enfermedades que, como comentábamos, suelen desarrollarse de manera imperceptible hasta que su impacto en la visión es demasiado grande. Algunas de estas enfermedades tienen solución, pero en otros casos la única manera de evitarlas es la prevención.

Cataratas

Las cataratas son una patología visual que genera una opacidad en el cristalino, normalmente de color blanco. Este trastorno impide la visión, creando un efecto similar a mirar a través de un cristal empañado. En general, las cataratas aparecen de manera paulatina y al principio no dificultan la visión, por eso es importante acudir de manera regular al oftalmólogo para revisiones oculares y detectarlas a tiempo.

Además de la visión nublada, las cataratas también conllevan otros síntomas como un empeoramiento de la visión nocturna, mayor sensibilidad a la luz y al resplandor e incluso ver halos alrededor de las luces o necesidad de un foco de luz más brillante e intenso para leer y realizar otras actividades. Como decíamos, estas dificultades en la visión al comienzo pueden darse solo en una pequeña parte del ojo, pero con el desarrollo de la catarata el cristalino se va nublando más impidiendo que pase más luz.

Aunque en muchos sitios las cataratas tienen cada vez menor impacto en la salud ocular gracias a lo cotidiano que es la operación de cataratas, la realidad es que a nivel mundial son la principal causa de ceguera en personas mayores de 40 años.

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Glaucoma

El glaucoma es un trastorno que produce un daño en el nervio óptico, esa conexión que comunica las imágenes captadas por la retina con el cerebro. Por lo tanto, una de las consecuencias más directas de esta enfermedad es la ceguera. Esta enfermedad surge por el aumento de la presión en el globo ocular por problemas con el drenaje del humor acuoso del ojo. Este aumento de la presión daña el nervio óptico, impidiendo la correcta comunicación del órgano ocular con el cerebro y generando la pérdida de visión.

Hay dos tipos de glaucoma según el ángulo afectado:

  • El glaucoma de ángulo abierto: El proceso es muy gradual, no presenta síntomas específicos como cambios en la visión o enrojecimiento del ojo hasta que no está muy avanzado.
  • El glaucoma de ángulo cerrado: Se suele desarrollar de manera muy aguda, con un aumento repentino de la tensión ocular que genera una disminución en la capacidad visual, dolor intenso, enrojecimiento del ojo. Otros síntomas son la visión de halos en torno a luces, dilatación de la pupila e, incluso, náuseas y vómitos.
  • El glaucoma es la segunda causa de ceguera en todo el mundo y puede afectar a población de todas las edades, con especial riesgo en las personas mayores de 60 años. Los daños que produce el glaucoma son totalmente irreversibles, por lo que la clave del tratamiento radica en la prevención y en el diagnóstico temprano para evitar que aumente. En casos con mal control farmacológico, se puede someter a los pacientes a una operación de glaucoma.

Retinopatía diabética

Un mal control de la diabetes puede generar muchas complicaciones y uno de los graves es la retinopatía diabética.

Este trastorno surge del deterioro de los vasos sanguíneos que llegan a la retina, lo que dificulta la circulación de la sangre y causa la ceguera. Hay que señalar que esta complicación es evitable. (justsayyes.org) Tener diabetes no supone una sentencia de ceguera si se lleva un buen control de la enfermedad, si se siguen hábitos de vida saludables y se acude al médico para llevar a cabo un correcto seguimiento. Aún así, por desgracia esta es la principal causa de ceguera en los países más desarrollados.

Como ocurre con otras enfermedades que pueden causar ceguera, los primeros estadios de la retinopatía diabética no suelen presentar síntomas. No es hasta que el trastorno avanza que surgen síntomas como visión borrosa o variable, aparición de cuerpos flotantes como manchas o hebras, zonas de visión oscura o, directamente, la pérdida de visión. Hay diferentes opciones de tratamiento que se pueden llevar a cabo, según la zona (puede afectar a la mácula o a su periferia) y el grado de desarrollo de la enfermedad.

Algunas de estas posibilidades son la fotocoagulación con láser, las inyecciones intravítreas o lanvitrectomía, que es una cirugía.

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¿Existen tratamientos para estas enfermedades que causan ceguera?

Como hemos visto, algunas de estas enfermedades que causan ceguera, como las cataratas, cuentan con tratamientos para recuperar la visión, pero muchas de ellas son irreversibles. Por supuesto, esto no quiere decir que no sean evitables. La clave para la mayoría de estas enfermedades es la prevención. Para reducir las posibilidades de que surjan, es importante llevar estilos de vida saludables y acudir de manera habitual a la consulta del oftalmólogo para revisiones periódicas. Solamente un buen control y un diagnóstico precoz podrán hacer que la ceguera sea prevenible.