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Niños con gafas: cómo conseguir que acepten ponérselas

Actualizado el 02/12/2021

 

¿Por qué es importante acudir regularmente a la consulta de oftalmología infantil?

Llega la vuelta al cole. A la mayoría de los niños les supone ilusión y ganas de empezar un nuevo curso, pero a veces puede traer consigo nuevos retos, como por ejemplo, volver a las clases con gafas. Es muy importante que, al comenzar el curso, se revisen la vista y vayan al oftalmólogo, pues si tienen problemas de visión, les puede afectar en su rendimiento escolar.

Acudir a la consulta de oftalmología infantil es, en muchas ocasiones, determinante para tratar las diversas alteraciones oftalmológicas presentes en la edad pediátrica. Esto se debe a que, el éxito del tratamiento de estas alteraciones, está siempre condicionado con un diagnóstico precoz de las mismas.

Miopía en niños

La miopía es un defecto refractivo crónico que impide ver claramente los objetos que se encuentran a distancias lejanas. Este defecto refractivo tiene una importante carga genética y ocurre cuando el globo ocular es demasiado largo de adelante hacia atrás, la imagen capturada se refleja antes de la retina, haciendo que las imágenes más lejanas se vean borrosas.

Algunos signos de miopía en niños son: El niño frunce los ojos y se acerca demasiado a los objetos; tiene dolor de cabeza y se muestra cansado habitualmente; muestra menor interés por actividades donde se precisa buena visión.

Hipermetropía en niños

La hipermetropía en niños es un defecto refractivo que se produce cuando los rayos paralelos que inciden en el ojo, forman su foco por detrás de la retina cuando está en reposo, haciendo que la visión sea borrosa o desenfocada. La hipermetropía es fisiológica, es decir, todas las personas nacen con hipermetropía. Esta se va corrigiendo de forma natural, disminuyendo la potencia dióptrica en la medida que el ojo se desarrolla y aumenta la edad del niño.

Los niños generalmente no son conscientes de que existe un defecto en su visión, por lo que hay que estar atento ante cualquier señal que nos alerte. Algunos síntomas de la hipermetropía en edad escolar son: Dolor de cabeza, endotropia (estrabismo en el que uno de los ojos se desvía hacia dentro), escozor y lagrimeo, dificultad para la lectura y escritura o bajo rendimiento escolar.

Astigmatismo en niños

El astigmatismo en niños es un trastorno común en la etapa pediátrica. Se trata de un defecto refractivo que se desarrolla cuando la superficie de la córnea tiene una forma irregular. Esta desigualdad de la córnea, provoca una mala visión desde todas las distancias, es decir, tanto de los objetos lejanos como de los cercanos. El astigmatismo suele ser congénito en la mayoría de casos, es decir, el niño nace ya con esta patología. Además, la principal causa es genética, por lo que hay que poner especial atención si los progenitores padecen este defecto refractivo.

Algunos signos que pueden alertar de astigmatismo en los niños son: Dolor de cabeza, frunce los ojos para ver mejor, dificultad para seguir correctamente las líneas al leer, torcer la cabeza para enfocar mejor, ojos enrojecidos o picor en los ojos.

Otras enfermedades de la vista en niños

Existen otras enfermedades de la vista que también se pueden desarrollar en la etapa pediátrica. Una de ella es el estrabismo, la desviación en la mirada de uno o ambos ojos que puede ser horizontal (hacia fuera o hacia dentro) o una desviación vertical (hacia arriba o hacia abajo).

La ambliopía u ojo vago es otra alteración de la visión que, en ocasiones, es consecuencia del estrabismo. Se trata de una disminución de la agudeza visual sin existir ninguna alteración en las estructuras del ojo. Esta mala coordinación con el cerebro es debido a diferentes causas y solo puede tratarse durante la infancia. Cuanto antes sea su deteción mejores resultados se conseguirán, de hecho, el éxito de su tratamiento empieza a descender a partir de los 8 años.

Consejos para ayudar a los niños con gafas a aceptarlas 

En algún caso, llevar gafas supone una novedad divertida para los niños. Sin embargo, a veces pueden mostrarse reticentes a ponérselas, bien por vergüenza, incomodidad o falta de costumbre. De hecho, es común que algunos niños con gafas se muestren más introvertidos o tímidos. Por ello mostramos a continuación 5 consejos de gran ayuda a la hora de elegir gafas, ya sean de vista o gafas de sol para niños.

Recurrir a la ayuda de un especialista

Cuando un niño debe llevar gafas, lo primero que hay que hacer es acudir a la óptica, el establecimiento más adecuado para adquirirlas. Los optometristas y también oftalmólogos pediátricos son profesionales acostumbrados a tratar con los pequeños y saben qué tipo de lentes van mejor con cada persona.

Escoger un modelo cómodo y divertido de gafas para niños

Las gafas para niños deben de ser cómodas y muy resistentes. Aquí, la indicación de un especialista, en la óptica, será clave para garantizar el éxito. Como norma general, se hace en función de la edad y fisionomía del paciente. Podemos escoger entre distintos materiales: para los más pequeños (hasta los 5 años), el material ideal sería la silicona, por su flexibilidad y resistencia. A partir de esta edad, las recomendables son las de acetato, ya que son más difíciles de romper que las de plástico o las metálicas. Si tiene cordón o una cinta adaptable, les ayudará a llevarlas puestas.

En cuanto a la forma de las gafas, se deberá escoger en función del tamaño de los ojos del niño y la distancia que haya entre los mismos. También es importante enseñarle al niño la importancia de limpiar las gafas asiduamente para mantenerlas higiénicas en todo momento.

Haz que el niño participe en la elección de sus gafas

El proceso de escoger unas gafas para niños también puede ser divertido. Dejar que el niño escoja y participe en el proceso de elección de sus gafas le motivará y le hará verlas como algo positivo y no como una molestia.

Actúa con naturalidad

Ni alabar en exceso ni castigar al niño por no llevar las gafas. Es importante fomentar la comunicación y reforzar positivamente al pequeño. Otra buena estrategia es ponerle ejemplos de superhéroes del cómic o el cine que también llevan gafas: Superman, Spiderman, Hulk y Harry Potter, entre otros… o incluso de algún familiar o amigo al que admiren. Si los niños con gafas ven que sus héroes también las llevan reforzará positivamente su confianza.

Transmite al niño la importancia de cuidar su vista

No se trata de asustar al niño, pero sí de concienciarle de que el uso de las gafas no es algo negativo y que a la larga será bueno para él y su salud ocular. Prueba de ello es que hacer ver y comprender a los niños que con las gafas puestas ven mucho mejor.

Alternativas a que los niños usen gafas

Existen alternativas a que los niños usen gafas, pero depende en su totalidad del tipo de patología y desarrollo de ésta. Por ello, lo primero es siempre acudir al oftalmólogo para poder determinar el tipo de afección que padece el menor y cuál es su tratamiento. Al igual que llevamos regularmente a los pequeños a la consulta de Pediatría, conviene no dejar nunca de lado su salud ocular y acudir de manera periódica a un especialista.

Unidad de oftalmología pediátrica - Número de colegiado: 333305376