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Las lentes multifocales para la cirugía de presbicia y catarata

¿Sabías que cerca de 25 millones de españoles utilizan gafas? Y la tendencia, según los últimos estudios, es que va ir en aumento. Si tenemos en cuenta, por un lado, que la presbicia o disminución de la capacidad de acomodación del cristalino para la visión de cerca se presenta a partir de los 40 años y empieza a ser clínicamente significativa a partir de los 45, junto a que los estudios estiman que dentro de tan solo dos años se disparará el número de personas de entre 50 y 70 años (la población mayor de 50 representará el 42% de la población española), los avances en este campo cobran vital importancia. De hecho, ese grupo de población sería el más interesado en solucionar su problema de presbicia o de catarata con una opción que le proporcione la mejor calidad visual a cualquier distancia. Como por ejemplo las lentes multifocales.

Como en todas las cirugías, es precisa una valoración realizada por el equipo de oftalmólogos de la clínica. En ella, y en función de las características específicas del ojo del paciente y un estudio personalizado, se le informará sobre las técnicas más adecuadas y sobre las alternativas posibles a la cirugía si las hubiese.

Las intervenciones de cristalino en España

Actualmente, de las 500.000 intervenciones de cristalino que se realizan en España, 450.000 están programadas para el implante de una lente monofocal y 50.000 para el implante de lentes multifocales. Estas últimas representan apenas un 10% de todas las intervenciones.

¿Y cuándo hablamos del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega?

La tendencia se invierte cuando analizamos las intervenciones de cristalino llevadas a cabo en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. El resultado es que el 60% de las cirugías de cristalino (por presbicia o por catarata) se asocian con una lente multifocal. La franja de edad a los que indicamos un implante de estas características oscila habitualmente entre los 55 y los 70 años. Y el 40% restante corresponde a las lentes monofocales que se indican habitualmente en pacientes entre 65 y 85 años. El rango de edad que se solapa entre ambas opciones, el que se encuentra entre 65 y 75 años, abre la puerta a crecer aún más en multifocalidad.

 

Perfil del paciente de lente multifocal

Los expertos hablan de tres grupos:

  1. Pacientes con catarata interesados en corregir su visión de lejos y de cerca.
  2. Pacientes sin catarata, emétropes (sin error refractivo asociado) y mayores de 60 años que quieran disminuir su dependencia de la gafa para cerca.
  3. Pacientes sin catarata, amétropes (error refractivo asociado) y mayores de 50 años que quieran disminuir su dependencia de la gafa para lejos y para cerca.

Estudio exhaustivo de las necesidades visuales del paciente  

Un estudio exhaustivo de las necesidades visuales del paciente es clave. En el preoperatorio se debe seleccionar el paciente a intervenir, la lente a implantar y el método quirúrgico a utilizar. La selección del paciente es el factor clave para el éxito, hecho que nos obliga a indagar acerca de sus necesidades visuales y estudiar las características de su sistema visual. No en todos los casos se debe indicar una lente multifocal. Por eso, establecer los criterios oftalmológicos de inclusión para realizar la técnica, es muy importante. Por fortuna, existe hoy día una amplia batería de pruebas preoperatorias, pruebas realizadas con sofisticados equipos diagnósticos, que nos permiten corroborar los criterios de inclusión.

El segundo punto del preoperatorio es seleccionar la lente. Valorando las necesidades visuales del paciente y las características del globo ocular, tenemos que escoger la lente adecuada. Tenemos que personalizar la indicación, seleccionando la lente que más se ajuste al caso.

 

Tipos de lentes multifocales

 

  1. Lentes bifocales

Este tipo de lentes cuentan con un foco lejos y un foco cerca. También existen otro tipo que cuenta con un foco lejos y el otro con visión intermedia. Las lentes intraoculares difractivas bifocales fueron las primeras que se implantaron y alcanzaron su auge en la década 2000-2010. Se trata de lentes muy eficaces y consistentes en sus resultados para visión de lejos y de cerca, aunque presentan el inconveniente de su limitación en la visión intermedia.

 

  1. Lentes trifocales

Cuentan con tres lentes: lejos, intermedia y de cerca. Poco a poco se están imponiendo en esta década, 2010-2020. Su diseño óptico más elaborado (menor incidencia de fenómenos disfotópsicos) y la obtención de un tercer foco para la visión intermedia (ideales para el trabajo con ordenadores), son la clave para que se consoliden como la primera opción en la cirugía sustitutiva del cristalino, tanto para presbicia como para catarata.

Los resultados visuales que se obtienen con esta última generación de lentes difractivas trifocales son realmente satisfactorios. En diversos estudios realizados en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (centro de referencia nacional e internacional en esta materia) se ha demostrado que con estas lentes se consiguen visiones entre 0.8 y 1.0 en un rango de distancia entre 40 y 80 cm, lo que hace que el 90% de los pacientes consiga ser independiente total o parcialmente de una gafa.

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