Artículo actualizado el 23/11/2023
Las lentes intraoculares ICL son lentes que, a diferencia de las de contacto que se colocan sobre la córnea, se introducen dentro del ojo, justo encima del cristalino. Son para aquellos pacientes que presentan algunas ametropías (miopía, hipermetropía y astigmatismo) que no se pueden operar con láser, como es el caso de quienes tienen miopías superiores a seis dioptrías o tienen menos, pero sus córneas son muy delgadas o patológicas. También se puede utilizar para eliminar la hipermetropía y el astigmatismo en hipermétropes con cámaras anteriores profundas.
Estas lentes preservan, a diferencia de otras técnicas, el cristalino y la córnea para el futuro. Además, le permiten al paciente realizar todo tipo de actividades, obteniendo una gran calidad visual.
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¿Son aptas las lentes intraoculares ICL para todo tipo de pacientes?
Antes de realizar esta intervención, se llevan a cabo varios procedimientos. El principal es un estudio para saber si la cámara anterior del ojo (distancia entre la córnea y el cristalino) tiene el tamaño óptimo para colocar la lente. Para ello, es necesario cerciorarse con una evaluación oftalmológica completa previa.
Desde el IOFV llevamos años tratando de avanzar en el desarrollo de las nuevas técnicas de cirugía refractiva para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo e incorporando todo aquel equipo de diagnóstico y tratamiento que sea necesario para poder ofrecer a cada paciente, tras un exhaustivo estudio, la mejor solución para su caso. A todos los pacientes que son aptos para la cirugía con ICL les explicamos cómo se realiza la graduación, la intervención quirúrgica y el postoperatorio, detallando cada una de ellas, así como beneficios y contraindicaciones.
¿Por qué elegir ponerte una lente intraocular ICL?
La recomendación de utilizar lentes intraoculares o cirugía láser debe ser siempre de los profesionales de oftalmología en base a las características de cada paciente. Para las personas que buscan corregir problemas de refracción, pero no pueden someterse a una intervención quirúrgica mediante láser, este tipo de lentes son la única solución.
Beneficios de una lente intraocular ICL frente a otros procedimientos
La principal ventaja de esta intervención es que se puede llevar a cabo en pacientes cuya córnea no cumple con los requisitos para el láser, bien por su grosor o bien por presentar un número demasiado alto de dioptrías.
Además, es una técnica de corrección de la miopía que aporta gran calidad visual y que no presenta los problemas de sequedad visual que están asociados con el láser.
¿Qué puede esperar el paciente de una operación como esta?
La intervención para colocar las lentes intraoculares ICL es muy rápida e indolora, y es aconsejable que pasen unos días entre cada ojo. En cada caso se realiza en unos 15 minutos con anestesia en gotas y se abre una pequeña incisión de 3mm por donde se insertan las lentes. Esta incisión luego no necesita puntos para cerrar y en tan solo unas horas se puede volver a casa y hacer vida normal, aunque es importante atender a algunas recomendaciones de reposo e higiene marcadas por el equipo que ha llevado a cabo la intervención.
¿Es necesario cambiarlas con el tiempo?
Las EVO ICL tienen más de 20 años de historia y a lo largo de este periodo se ha podido observar su buena tolerancia y calidad óptica, además de su reversibilidad. Las lentes intraoculares epicristalinianas son las elegidas en oftalmología por su gran calidad: son invisibles, blandas y flexibles, con lo que los pacientes no notan ninguna molestia.
Una vez implantadas las lentes intraoculares se recomienda acudir a revisiones periódicas para controlar siempre la evolución de la miopía, así como mantener al día el cuidado de la salud ocular de nuestros pacientes.
