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¿Qué es la coroidopatía serosa central?

La coroides es una capa formada por abundantes vasos sanguíneos y tejido conectivo que nutre a las zonas más internas del ojo. Forma parte de la úvea y está situada entre la esclera (el área blanca del ojo) y la retina. La afección más común asociada a la coroides es la coroiditis, que supone la inflamación de esta parte del ojo. Pero hay más patologías que pueden surgir, como la coroidopatía serosa central. A continuación, te contamos todo sobre esta enfermedad para que puedas reconocerla a tiempo y conseguir el tratamiento adecuado.

¿Qué es la coroidopatía serosa central?

La coroidopatía serosa central, como el nombre indica, es una patología ocular que afecta a la coroides. Se produce un desprendimiento de retina focal, debido a la acumulación de líquido subretiniano causado por una alteración del espesor coroideo, del diámetro de los vasos sanguíneos y del epitelio pigmentario retiniano, encargado de bombear el líquido y servir como barrera. Suele afectar a la región macular.

Esta enfermedad es relativamente frecuente, y puede afectar por igual a cualquier grupo de la población, aunque la incidencia suele ser mayor entre los hombres de mediana edad.

Causas y factores de riesgo para la coroidopatía serosa central

Si bien la etiología de esta enfermedad sigue siendo estudiada y continúa siendo desconocida, el aumento de corticoesteroides endógenos ante situaciones de estrés (donde se libera cortisol), así como el uso de corticoesteroides exógenos para tratamientos de determinadas dolencias, es un factor de riesgo y ha sido demostrado que aumenta el líquido subretiniano.

Las personas nerviosas están más predispuestas a padecer este tipo de enfermedad.

Síntomas de la coroidopatía serosa central

La sintomatología principalmente afecta a la visión central, por lo que si es unilateral y leve puede pasar desapercibida por las personas. Los pacientes suelen comentar que sufren dificultad ante la lectura con disminución de la agudeza visual del ojo afectado, visión borrosa central como a través de una “gota de agua” o “huella dactilar”, deformación de las imágenes tanto ondulación de las líneas como ver los objetos de distinto tamaño al real.

Diagnóstico y tratamiento de la coroidopatía serosa central

Es imprescindible acudir de manera rutinaria a la consulta de oftalmología para llevar a cabo revisiones periódicas que permitan detectar y prevenir cualquier enfermedad ocular. En el caso de la coroidopatía serosa central, se debe conseguir una cita al detectar cualquier síntoma extraño en los ojos. Para diagnosticarlo, se suele dilatar el ojo y llevar a cabo un examen ocular. Esto, combinado con una tomografía de coherencia óptica, termina de confirmar el diagnóstico. Si, por algún motivo, aún existieran dudas, los profesionales oculistas pueden recomendar un examen con contraste llamado angiografía con fluoresceína.

Una vez está claro el diagnóstico, hay que comenzar a dar seguimiento a la enfermedad para curarla. Por lo general, la mayoría de las personas con coroidopatía se recuperan sin un tratamiento específico, aunque en muchos casos la visión no vuelve a ser tan buena como lo era antes de la enfermedad. En la actualidad solo se trata a pacientes crónicos o recidivantes, que ya han tenido más de un episodio previo.

Hay varios tratamientos orales como puede ser la eplerenona o la espironolactona, un fármaco que actúa bloqueando los receptores de los mineralocorticoides a nivel retiniano desarrollado primariamente para el tratamiento de la hipertensión arterial e hiperaldosteronismo, que han demostrado efectividad en un alto porcentaje de los pacientes, pero no siendo efectiva en todos los casos.

El tratamiento que ha demostrado mayor efectividad es la terapia fotodinámica, para la cual se inyecta una sustancia fotosensible (verteporfino) que es activado mediante un láser de luz cercana al infrarojo con el fin de remodelar los vasos anómalos coroideos.

Aunque, como comentábamos, la recuperación de esta patología suele ser buena, hay que señalar que puede volver a aparecer en las personas que la han padecido.

Oftalmóloga Número de colegiado: 333306616