Sign up with your email address to be the first to know about new products, VIP offers, blog features & more.

Enfermedades del viajero que afectan a la salud de los ojos

Cuando viajamos a determinados países extranjeros nos vacunamos y tomamos precauciones para no contraer enfermedades del viajero como el tifus o la malaria, pero debemos estar también muy pendientes de la salud ocular y de las patologías que pueden afectar a los ojos. ¿Sabías que algunas de ellas pueden incluso comprometer la visión en los casos más graves? Pueden empezar con una simple conjuntivitis o molestias leves, pero si no se tratan correctamente el riesgo aumenta.

Las enfermedades del viajero que afectan a la salud ocular

Las tres enfermedades del viajero que más comúnmente afectan a la visión son el tracoma, la conjuntivitis infecciosa y la oncocercosis.

La conjuntivitis infecciosa

La conjuntivitis infecciosa está causada por virus y bacterias que proliferan en zonas con poca higiene. Como suele ocurrir con la conjuntivitis en general, el origen puede ser muy variado, pero, según explica el Dr. Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, oftalmólogo especialista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega «principalmente es ocasionada por bacterias, virus, gérmenes o sustancias alergénicas que se encuentran en el ambiente. En cuanto a su contagio, tiene una ventana de entre 7 y 14 días y se puede transmitir solo con pasar la mano por los ojos después de tocar una superficie u objeto que haya tocado antes una persona infectada».

Por lo tanto, si estás en zonas con unos niveles de higiene más bajos de lo habitual, es muy importante que extremes las precauciones para evitar contagiarte de esta enfermedad del viajero. La mejor medida sin duda es evitar tocarte los ojos sin haberte lavado antes las manos.

El tracoma: cómo prevenirlo y cómo eliminarlo

En este caso, se trata de una enfermedad crónica causada por una bacteria que ataca a la córnea del ojo y a la conjuntiva. Si no se trata correctamente, puede causar problemas graves en la visión. De hecho, es una de las causas más comunes de ceguera en muchas zonas de África, donde se encuentra aproximadamente el 85% de las personas afectadas.

Similar a la conjuntivitis infecciosa, esta infección se contagia a través del contacto directo con secreciones oculares infectadas, desde una superficie hasta tejidos (como la ropa o las sábanas, por ejemplo). El contagio también se puede producir a través de moscas que hayan estado en contacto con estas superficies infectadas. Por lo tanto, es crucial extremar las precauciones para evitar el contagio y, si se sospecha de que se ha contraído la enfermedad, acudir lo antes posible al especialista para un correcto tratamiento. En las fases tempranas, el tracoma se puede combatir con antibióticos.

¿Cuál es la causa de la oncocercosis?

Esta enfermedad también se llama “ceguera de los ríos” y se transmite por moscas negras infectadas por el parásito que se encuentran en zonas como Brasil, Venezuela y determinadas partes del continente africano, donde la enfermedad es endémica. Su impacto en la salud ocular varía mucho según la gravedad de la infección y la rapidez del tratamiento. Los síntomas más leves son pequeños trastornos y molestias visuales, pero puede llegar a causar la pérdida completa de la visión.

Actualmente no hay aún ni vacuna ni medicamento para prevenir esta enfermedad. Por lo tanto, es fundamental tomar siempre medidas preventivas, usando ropa protectora y repelentes de mosquitos para evitar el contagio.

Prevención para cuidar de la visión

«En verano, existen diversos factores que pueden comprometer la salud visual, tales como el sol, el agua o la arena. A esto se suma que, cuando viajamos a determinadas zonas en el extranjero, podemos exponernos a enfermedades que pueden afectar a la vista. Por eso, debemos mantener una buena salud ocular en todo momento», indica el Dr. Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso. Sin duda, «la prevención es la mejor herramienta para cuidar nuestra visión mientras exploramos el mundo. Por ello, se debe extremar la higiene y lavarse siempre las manos, utilizar gafas homologadas con filtro solar para rayos UV, no compartir toallas, sábanas, ropa, productos cosméticos o protector solar facial –sobre todo si hay sospecha de infección-; así como evitar frotarse los ojos y reducir en la medida de lo posible la exposición al sol».

También hay que tener en cuenta que hay otras complicaciones oculares que, aunque no son exactamente enfermedades del viajero, están muy relacionadas con la época estival y es importante tomar medidas para prevenir infecciones oculares en verano. Por ejemplo, la sequedad ocular suele aumentar en esta temporada con los aires acondicionados y la mayor exposición, al viento, al sol y al agua.