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Desprendimiento de retina por golpe en el ojo. ¿Tratamientos?

Los golpes en el ojo son más comunes de lo que nos gustaría. Aunque afortunadamente lo más común es que no tengan consecuencias importantes más allá de dolor en el ojo, en ocasiones pueden desembocar en patologías oculares con consecuencias graves para la visión y afectar a la calidad de vida. Una de ellas es el desprendimiento de retina. (Zolpidem)

Por ello, lo más recomendable ante cualquier traumatismo ocular es acudir a realizarse una revisión oftalmológica que permita diagnosticar cualquier problema que pueda existir y en caso de ser necesario tratarlo adecuadamente.

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Desprendimiento de retina: síntomas y cómo detectarlos

Cuando se sufre un desprendimiento de rutina a causa de un traumatismo, más allá del propio dolor causado por el golpe, es indoloro e incluso puede ser asintomático en un primer momento, los síntomas pueden comenzar luego de varios días del traumatismo.

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No obstante, los síntomas más comunes tras un desprendimiento de retina suelen ser los siguientes:

• Percibir un incremento de las cuerpos flotantes -miodesopsias- o moscas, unas manchas que aparecen en el campo visual y se mueven.
• Observar destellos de luz brillante –fotopsias– de escasa duración.
Visión borrosa.
• Sufrir una restricción del campo visual, es decir, no ver una determinada área del campo de visión, normalmente en la zona periférica que puede ir avanzando hacia el centro de la visión.
La visión periférica comienza a deteriorarse y continúa empeorando si el desprendimiento avanza. Esto puede provocar que el campo visual se vuelva opaco o tener la sensación de que una “cortina” hubiese caído sobre la línea de visión. También puede suceder que aparezca sangre en el humor vítreo, lo que se llama hemorragia vítrea.

¿Es lo mismo el desprendimiento de retina que el desgarro de retina?

No es lo mismo. En el interior del globo ocular se encuentra el humor vítreo, un gel que está adherido a la retina. Este humor vítreo se va deshidratando y condensando con el paso de los años, dando lugar a la aparición de moscas volantes, provocadas por las condensaciones de este gel.
Esta condensación progresiva hace que, poco a poco, el vítreo se separe de la retina, ocasionando un desprendimiento del vítreo, algo completamente normal. Pero en algunos casos, al desprenderse el vítreo, la propia tracción sobre áreas más débiles de la retina produce un pequeño agujero en ella, el denominado desgarro de retina. También se puede dar por zonas de mayor adherencia del vítreo a la retina, lo cual hace que al separarse de la misma haga mayor tracción y produzca un desgarro.
Los motivos pueden ser múltiples, desde un traumatismo que provoque un desprendimiento de vítreo de forma brusca, o en casos en los que la retina es más débil, como puede ser la de pacientes con degeneraciones periféricas o miopía.
Este agujero permite que comience a entrar líquido en la retina causando un desprendimiento de retina, que sucede cuando ésta se separa de la pared ocular a la que está pegada.

Tratamiento del desprendimiento de retina

El tratamiento del desprendimiento de retina consiste en un procedimiento quirúrgico. Se puede tratar a través de varias técnicas quirúrgicas, pero principalmente se utilizan dos técnicas quirúrgicas y la combinación de las mimas:
Cirugía escleral: el proceso a seguir para volver a unir la retina con la pared ocular es colocar una banda de silicona alrededor del ojo, de forma que al comprimir el globo ocular y junto con la aplicación de crioterapia o fotocoagulación láser para sellar el desgarro, la retina desprendida quede reposicionada correctamente.
Vitrectomía pars plana: tiene como objetivo reposicionar la retina “desde dentro”, extrayendo el gel vítreo que se encuentra por dentro de la retina y eliminando las tracciones que han originado los desgarros y sellando estos últimos mediante fotocoagulación o crioterapia. Se coloca gas o aceite de silicona dentro del ojo para mantener la retina posicionada hasta que los desgarros queden completamente sellados y la retina adherida.
La técnica quirúrgica se decide acorde a varios factores, como la extensión del desprendimiento, la ubicación de los desgarros y su tamaño, la edad del paciente, si esta operado de cataratas o no, entre otros.

Glaucomas derivados de golpes en los ojos

En ocasiones, cuando recibimos un traumatismo fuerte en el ojo, éste puede tener importantes consecuencias para nuestra visión. Uno de los posibles problemas asociados a este tipo de traumatismos es el del glaucoma ocular.
Se ocasiona porque el golpe o traumatismo sobre el ojo interrumpe el sistema de drenaje interno, algo que puede ocurrir en ciertos deportes en los que quienes lo practican pueden ser más propensos a recibir un impacto de este tipo, como en boxeo, tenis, pádel, baloncesto o fútbol.
Por ello, es importante acudir a un profesional de la oftalmología tras recibir un golpe de este tipo para recibir una correcta evaluación y prevenir cualquier tipo de problema.
En un primer momento, el paciente que sufre este problema puede no tener ningún síntoma ni percibir ninguna alteración en la visión, por eso es importante realizarse las pruebas pertinentes y lograr un diagnóstico precoz, de forma que se eviten las posibles complicaciones.
Cuando el nervio óptico se daña es irreversible, por lo que cuanto antes se identifique se podrá elegir el más adecuado de entre los diferentes tratamientos para el glaucoma y reducir las posibilidades de mayores daños.

 

retina_desprendimiento_ojoOtras patologías que puede desencadenar un traumatismo ocular

Los traumatismos oculares, además de un glaucoma, pueden ocasionar otro tipo de problemas de visión. Ya sea por una contusión causada por un golpe o un objeto, o un traumatismo abierto causado por objetos perforantes, los traumatismos oculares pueden provocar también cataratas, inflamaciones, hemorragias, agujeros maculares, desgarros o roturas de la retina o de la coroides.
Además, es posible que se produzcan inflamaciones, elevación de la presión ocular o infecciones, esto último especialmente en el caso de traumatismos abiertos, donde además puede haber presencia de cuerpos extraños.
Por ello, ante cualquier situación que haya ocasionado un traumatismo ocular, es importante acudir a realizarse una revisión oftalmológica para descartar que existan problemas oculares o poder tratarlos en el momento adecuado en caso de que se hayan producido.

Subdirector médico - Número de colegiado: 333307500