Ciertas personas han llegado a experimentar en algún momento de su vida una pérdida transitoria de la visión que luego se recupera al cabo de unos segundos o minutos. Estos episodios son llamados amaurosis fugaz. Pueden ocurrir debido a la disminución de la circulación de la sangre de la retina. Las causas de esta disminución del flujo sanguíneo son múltiples y, a continuación, procederemos a detallarlas para poder explicar cual es el origen de esta privación de la vista. Cabe añadir, que la ceguera temporal en uno de los ojos suele ser una manifestación reveladora de una alteración vascular, por lo que padecer este tipo de fenómeno puede indicar que el paciente padece alteraciones cardiovasculares graves; también puede ser debida a procesos menores, como migrañas o hipotensión arterial.
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¿Qué es la amaurosis fugaz?
Nos referimos como amaurosis fugaz a un episodio de perdida temporal de la visión, que puede durar desde varios segundos hasta algunas horas en función de la causa que la origine. Es importante destacar que puede no experimentarse de manera total, por lo que se puede padecer una ceguera parcial de la visión o perdida del campo visual.
Es importante destacar que esta ceguera transitoria suele ser súbita y puede ser tanto unilateral como bilateral (afectar a uno o ambos ojos). No suele estar acompañada de ningún tipo de dolor, pero puede asociarse a cefaleas, dolor ocular o dolor cervical, entre otros posibles síntomas acompañantes.
Las personas que han padecido esta afección describen la experiencia como un oscurecimiento, un empañamiento, un desenfoque o una cortina negra que ocasiona una visión borrosa brusca que después de un tiempo se resuelve espontáneamente.
Síntomas: cómo afecta a la retina del ojo
Llegados a este punto, cabe recordar que la función de la retina consiste en convertir las imágenes que captan nuestros ojos en señales eléctricas para que, a través del nervio óptico, estas puedan llegar al cerebro. Cuando una persona experimenta amaurosis fugaz, y el origen es por un espasmo arterial o falta de riego sanguíneo, la retina experimenta una reducción temporal del flujo sanguíneo de la arterias que la irrigan. En estas situaciones se produce una deficiencia de oxígeno en la retina, que luego recupera cuando se restablece el riego normal.
Causas de amaurosis fugaz
Las causas mas frecuentes de amaurosis fugaz suelen ser intrascendentes: por ejemplo, los inicios de la migraña, con síntomas visuales de luces o perdida visual, que ceden cuando se manifiesta la migraña y que generalmente no causan problemas. Se llaman el “aura” de la jaqueca.
También la hipotension arterial, por fármacos hipotenso res, puede causar síntomas similares, pero en ocasiones la amaurosis fugaz puede ser síntoma de enfermedades cardiovasculares mas graves, como las obstrucciones de las arterias carótidas que llevan la sangre al cerebro, las placas de calcio a ese nivel, los procesos valvulares cardíacos o las arterias del corazón.
Otras causas de la amaurosis fugaz
Otros factores de riesgo que pueden ocasionar amaurosis fugaz son:
- Enfermedades cardíacas
- Esclerosis múltiple
- Presión arterial alta
- Migrañas
- Diabetes
- Hipertensión endocraneana
- Alcoholismo
- Tabaquismo
- Consumo de drogas
Relación entre amaurosis fugaz y diabetes
La ceguera se puede producir por distintos motivos, ya sea porque el ojo no es capaz de captar estímulos lumínicos, o bien porque el nervio óptico no puede transmitirlos. Otra razón es que el cerebro presenta alguna lesión que no permite analizarlos.
Los pacientes diabéticos pueden experimentar tanto amaurosis fugaz como retinopatía diabética, y esta última es una complicación que puede llevar a la ceguera permanente. Del mismo modo, las personas que padecen diabetes también pueden presentar otros problemas oculares y neurológicos vinculados a su enfermedad por la alteración que genera en la microvasculatura de todo el cuerpo.
¿Cómo se diagnostica la amaurosis fugaz?
El diagnóstico en pacientes que han padecido amaurosis fugaz no esta orientado al episodio, sino a la causa subyacente. Asimismo, a la hora de realizar los estudios complementarios para el diagnóstico, resulta imprescindible conocer los antecedentes personales del paciente.
Cabe destacar que para realizar un correcto diagnóstico se deberá realizar una exploración oftalmológica completa. En ella se incluirá la medición de la agudeza visual, del campo visual y un examen fundoscópico. Además también debe incluir una valoración neurológica.
Por otro lado, pueden realizarse pruebas de carácter general como un análisis de sangre, una evaluación del sistema cardiovascular con un electrocardiograma, o una angiografía por resonancia magnética y ecocardiografía. Otra opción es realizar una ecografía Doppler de las arterias que llevan la sangre al cerebro.
¿Puede prevenirse la amaurosis fugaz?
En caso de que existan antecedentes familiares es fundamental estar atento a la aparición de estos. El motivo es que algunas de las patologías que le dan origen pueden tener un factor de herencia genética.
Llevar una vida en la que se sigan pautas saludables puede llegar a reducir las posibilidades de padecerla. Esto significa: practicar ejercicio de forma regular, tener el peso adecuado, evitar alimentos con elevadas cantidades de grasas saturadas , fumar o restringir el consumo de sustancias nocivas que dañan el sistema cardiovascular, controlar la tensión arterial.
