En el caso de las cataratas traumáticas, más que de síntomas hay que hablar del alcance de las lesiones producidas en el ojo, clasificándose en función de ello en tres grupos:
- Sin lesiones asociadas. La opacidad del cristalino se inicia en la parte posterior en forma de helecho o de roseta, aunque en algunos casos puede evolucionar y perder completamente la trasparencia del cristalino, que adquiere un color blanco.
- Con otras lesiones no penetrantes. Las lesiones pueden ser muy diferentes: hemorragia interna, desplazamiento del iris, desgarro o desprendimiento de retina, atrofia del nervio óptico, alteración de la zónula, cicatrices en el polo posterior, etc.
- Con heridas penetrantes. Cuando es causado por un objeto punzante o si se ha producido un estallido del globo ocular como consecuencia del traumatismo.