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Xeroftalmia o queratoconjuntivitis seca: qué es y cómo se cura

¿Qué es la Xeroftalmia y qué la produce?

La xeroftalmia, también conocida como queratoconjuntivitis seca, es una enfermedad ocular grave que se produce cuando las glándulas del ojo no producen la cantidad o la calidad necesarias de lágrima. Esta enfermedad se puede producir por carencia o disminución de vitamina A (alteraciones en la dieta, mala absorción) o por enfermedades inflamatorias o autoinmunes.  Además se suele asociar a mala calidad de lágrima por alteraciones en los párpados que hacen que estas se evaporen más rápido. Los pacientes desarrollan molestias oculares o disconfort, sensación de arenillas o cuerpo extraño, sensación de ojos pesados. Cuando la enfermedad avanza puede ocasionar lesiones graves en la superficie ocular y la córnea, afectar a la visión y si no se trata puede conducir a la ceguera.

Las alteraciones en el metabolismo de la vitamina A se pueden producir por dietas no saludables (por ejemplo en alcohólicos), por alteraciones en el tubo digestivo o como consecuencia de cirugía del intestino donde se produce la absorción (Cirugía del duodeno, cirrugía bariática etc).

Las enfermedades autoinmunes son más frecuentes en mujeres y pueden producir sequedad en el contexto de padecer un lupus, artritis reumatoide, alteraciones autoinmunes del tiroides  u otras enfermedades inmunológicas que se asocian con el síndrome de Sjögren. Además en las mujeres hay otro factor de riesgo a partir de la perimenopausia donde bajan los niveles de las hormonas que mantienen el trofismo de todas las mucosas y pueden agravarse los síntomas y las complicaciones relacionadas con el ojo seco. También hay medicación tanto tópica (colirios vasoconstrictores) como sistémica (ansiolíticos) que pueden empeorar la enfermedad de ojo seco.

Síntomas de la Xeroftalmia

Los síntomas más comunes de la xeroftalmia son las molestias, el disconfort, la pesadez de ojos, la quemazón ocular, la sensación de cuerpo extraño y los ojos irritados. El picor suele estar relacionado con alergia ocular asociada.

Hay que señalar que el cambio de estaciones climatológicas puede influir en la xeroftalmia, haciendo que algunos síntomas se potencien o se minimicen según el momento del año.

Si se afecta la córnea puede generar dolor y molestias con la luz y convertirse en una urgencia oftalmológica.

Si no se trata de forma adecuada, la xeroftalmia puede producir lesiones más graves como:

Erosiones, Úlceras y Cicatrices corneales

La sequedad ocular grave puede generar pequeñas heridas del epitelio que cuando se tratan de reparar pueden generar cicatrices en la córnea.

Ceguera nocturna

En casos muy graves y crónicos y en relación con el metabolismo de la vitamina A en la retina se puede producir una pérdida de visión paulatina y  ceguera nocturna que afecta a ver bien en espacios de baja iluminación.

Xerosis conjuntival

Con la xeroftalmia, la conjuntiva puede presentar una apariencia opaca y seca producida por el cambio en las proteínas del epitelio, la pérdida de células caliciformes y una secreción insuficiente de mucina. Puede acabar en conjuntivitis crónica cicatrizante y afectar de forma secundaria a la visión.

Ulceración corneal queratomalacia

Otro posible signo de la xeroftalmia es el reblandecimiento de parte o del total de la córnea producido por un ablandamiento progresivo debido a la necrosis.

Manchas de Bitot

Estas manchas aparecen en la conjuntiva palpebral que se suelen apreciar en la conjuntiva temporal. Se trata de marcas blanquecinas y opacas, producidas por la descamación y queratinización de las células del epitelio.

¿Cómo se trata la Xeroftalmia? ¿Tiene cura?

Como mencionábamos, el origen clásico de la xerofalmia es la falta de vitamina A y está muy ligada a la desnutrición y a los países en desarrollo (donde también puede afectar a niños). En nuestro medio la vemos en trastornos de la alimentación, dietas no saludables y en enfermedades que cursan con malabsorción.

El tratamiento preventivo consiste en desarrollar hábitos saludables de alimentación y prevenir la malabsorción.  Cuando aparecen los primeros síntomas de la enfermedad se suelen administrar esta vitamina que en el caso de malabsorción tendrá que ser por vía parenteral.

Además de estos suplementos vitamínicos o las dietas con alimentos ricos en vitamina A, a nivel oftalmológico se recomienda protección de la superficie ocular y viento con gafas de sol y gorra, colirios y pomadas lubricantes y si hay enfermedades asociadas (inflamación, alergia, hay tratar las mismas. También se puede añadir el tratamiento regenerativo con factores de crecimiento. Los daños más graves pueden requerir tratamiento quirúrgico.

Para las enfermedades de base inmunológica y síndrome de Sjögren hay que tratar también la enfermedad sistémica con los medicamentos apropiados, dieta antiinflamatoria, control del stress y todas las medidas locales que se recomendaban mas arriba.

Director del IUFV Número de colegiado: 282846209