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Ojo seco y calefacción: cómo evitar que empeoren los síntomas

Ojo seco y calefacción: si tienes este problema ocular, sabrás que no es una buena combinación para los síntomas. Te explicamos cómo puedes cuidar tus ojos sin tener que renunciar al calor en invierno.

¿Qué es el ojo seco?

La glándula lagrimal se sitúa por encima del globo ocular y es la encargada de producir lágrimas. Nuestros ojos las generan de manera natural, no solo como muestra de tristeza o alegría, si no para mantener el ojo bien hidratado. Un exceso de lágrimas puede ser síntoma de una enfermedad ocular, como la conjuntivitis, pero una falta de ellas es la causa del ojo seco.

El ojo seco es una condición que suele comenzar como un síntoma de otra enfermedad ocular y acabar cronificándose y convirtiéndose en una patología en sí misma. Se ocasiona al disminuir la cantidad de  lágrimas producidas o por problemas a nivel de la superficie ocular. Suele ser una patología frecuente que mejora con el suplemento de lágrimas artificiales

Causas y síntomas del ojo seco

Las causas del ojo seco son muy variadas. Como comentábamos, en muchos casos puede manifestarse como una complicación a raíz de una enfermedad, como la blefaritis posterior, las alergias oculares, enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide o el lupus. También hay algunos fármacos que pueden fomentar la sequedad ocular, y lo mismo ocurre con algunas intervenciones oculares. Por último, hay otros factores como la vejez o la alta exposición al viento, al humo o al aire seco o mirar durante mucho tiempo una pantalla que están asociados a esta enfermedad.

Los síntomas son diversos y pueden llegar a ser muy molestos:

  • Picor en los ojos y sensación de tener un cuerpo extraño
  • Sensibilidad a la luz que se va agudizando si no se hidrata el ojo
  • Enrojecimiento ocular
  • Visión borrosa
  • Pérdida de visión a media distancia y por la noche

¿Ojo seco y calefacción ¿cómo afecta?

En general, la calefacción seca mucho el ambiente. Lo notamos en las manos, en la piel de la cara, puede que en el pelo y, en muchos casos, en los ojos. Por lo tanto, la calefacción, en sí misma o unida a otros de los detonantes mencionados, puede generar sequedad ocular.

Cómo evitar que empeoren tus síntomas de ojo seco cuando enciendas la calefacción

La mejor manera de evitar que el ojo seco empeore por la calefacción es prevenir. Hay varias medidas que puedes llevar a cabo para minimizar su impacto en tus ojos y evitar que los síntomas se agudicen.

Para empezar, importa el método utilizado para calentar la estancia. No siempre se puede elegir, pero en caso de poder, lo ideal es optar por radiadores de agua caliente, o incluso chimeneas y estufas, que calefactores o aires acondicionados, pues estos últimos son los que más secan el entorno.

Por otro lado, una buena idea es colocar humidificadores por la casa para evitar que el ambiente se seque demasiado y dañe tus ojos. En este sentido, para renovar el aire de la casa, es recomendable ventilar las habitaciones, aunque esto pueda ser contraproducente de cara a calentar el espacio.

A su vez, no es conveniente abusar de las lentes de contacto, pues son un factor de riesgo que puede desencadenar un episodio de sequedad ocular. Lo mismo ocurre con el uso de pantallas: descansar periódicamente cuando se está al ordenador es una buena idea. Por supuesto, siempre que se empiece a notar el ojo seco por la calefacción, se debe recurrir a las lágrimas artificiales para contrarrestar los síntomas.

 

Unidad de Córnea y Cristalino - Número de colegiado: 333310381