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Diferencias entre la cirugía láser y la lente intraocular

Si has llevado gafas de manera habitual durante unos años, seguro que has pensado más de una vez en operarte de miopía. Sin duda, la industria óptica ha avanzado mucho, y cada vez tenemos más opciones para corregir con gafas nuestros defectos de refracción: la reducción de los cristales en altas graduaciones, las lentes antirreflejos, las lentillas… actualmente existen muchas opciones que hacen que llevar gafas no sea algo incómodo o traumático. Aún así, la opción de la cirugía láser permite reducir la dependencia de gafas y/o lentes de contacto.

Sin duda, las ventajas de la cirugía son muchas, pudiendo destacar la mejora en la calidad de vida de los pacientes en su día a día. Además, es una cirugía cuya técnica está consolidada, existiendo poco riesgo de desarrollar complicaciones o efectos secundarios; siendo el postoperatorio, en general, rápido y llevadero. Por estas razones, es posible que si tienes miopía, astigmatismo o hipermetropía hayas pensado alguna vez en operarse de la vista.

Si tú también estás valorando operarte la vista, es normal que te surjan dudas o inquietudes en torno a la cirugía. Por eso, a continuación, vamos a aclarar todo lo relacionado con esta intervención, respondiendo a las preguntas más habituales. Sigue leyendo si estás valorando seriamente someterte a una cirugía ocular para reducir el uso de gafas o lentes de contacto.

¿En qué consiste exactamente esta cirugía?

Antes de nada, empecemos por aclarar qué es exactamente el proceso y para qué sirve. Esta operación, que llamamos cirugía refractiva, tiene como objetivo mejorar la calidad visual, corrigiendo los defectos de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo).

¿Cuál es el momento idóneo para operarse?

No existe una edad concreta ideal para la cirugía. En estos casos, es fundamental la personalización en cada caso concreto de acuerdo a la situación tanto oftalmológica como personal de cada paciente. Otro aspecto importante en el que hay que detenerse es en la posibilidad de presentar alguna enfermedad que pueda contraindicar en algunas situaciones la intervención; como la presencia de algunas enfermedades autoinmunes, o el empleo de algunos fármacos que puedan alterar el proceso de cicatrización. Lo mismo ocurre con aquellas personas que puedan presentar patologías previas en la retina o en la córnea.

Por lo tanto, antes de tomar ninguna decisión, es imprescindible que consultes con tu oftalmólogo de referencia para saber si la operación está indicada en tu caso y, de ser así, personalizar la técnica quirúrgica a realizar. Además, si finalmente te puedes operar, es importante confirmar la graduación antes de someterse a ninguna intervención. Aún así, si eres miope, debes saber que, en algunos casos, el ojo podría seguir creciendo con el paso de los años independientemente de que se realice la cirugía o no, pudiendo necesitar gafas de nuevo en el futuro. A esto se le denomina “progresión de la miopía”.

¿Qué es mejor: la cirugía láser o la lente intraocular?

Hay dos opciones a la hora de someternos a este tipo de intervención: la cirugía asistida mediante láser, o el implante de una lente intraocular. Se trata de dos procedimientos diferentes para abordar el mismo problema. Ninguno de los dos es mejor que el otro, lo importante es personalizar en cada caso concreto para obtener los mejores resultados visuales posibles.

La cirugía láser es una intervención quirúrgica que consiste en tallar con láser la córnea para corregir el defecto de graduación. Existen dos tipos de cirugía Láser:

  • LASIK: se levanta una capa muy fina de la córnea (flap), y se aplica el láser sobre la capa intermedia (estroma) para moldearla. Luego, se recoloca el tejido corneal, que se vuelve a adherir gracias al proceso de cicatrización.
  • PRK: en este caso, el láser actúa directamente sobre la córnea, sin necesidad de crear el flap corneal.

En cambio, la lente intraocular, como su propio nombre indica, es el implante de una lente dentro del ojo. Este procedimiento no altera la estructura del órgano; se coloca por encima del cristalino, tratándose de una cirugía aditiva.

Cirujana - Número de colegiado: 333107973