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Enfermedades reumáticas autoinmunes y los ojos

Hay varias enfermedades reumáticas autoinmunes que pueden tener un impacto en los ojos y están directamente relacionadas con la salud visual. Son patologías complejas de diagnosticar, y aún no se ha detectado la causa, aunque hay consenso en que entran en juego factores genéticos y medioambientales.

Las enfermedades reumáticas autoinmunes afectan a las personas tienen un gran impacto negativo en la vida de las personas que las padecen. Como muchas otras patologías, el diagnóstico precoz es clave para limitar su impacto y evitar posibles complicaciones, por eso, a continuación te explicamos exactamente en qué consisten este tipo de enfermedades así como los síntomas y tratamientos de las más frecuentes y su impacto en la vista. Si tienes dudas o consideras que tienes síntomas, te recomendamos que acudas cuanto antes a la consulta de tu médico de confianza.

¿Qué son las enfermedades reumáticas autoinmunes?

Las enfermedades reumáticas autoinmunes, según la Fundación Española de Reumatología, «tienen en común que existe un fallo en algún punto del sistema inmune y en la mayoría se suele acompañar de la producción de determinados anticuerpos».

Recordemos que los anticuerpos tienen la función de proteger al organismo de elementos externos potencialmente dañinos, como los virus o las bacterias. En el caso de estas enfermedades, los anticuerpos responden atacando al propio cuerpo al reconocerlo como extraño.

Las enfermedades reumáticas autoinmunes suelen ir acompañadas del apellido sistémicas, porque pueden afectar a múltiples sistemas del organismo, de ahí que potencialmente tengan un impacto negativo en la salud ocular.

Enfermedades reumáticas autoinmunes más conocidas y cómo afectan a los ojos

A continuación te detallamos las enfermedades reumáticas autoinmunes más habituales y cómo afectan a los ojos, así como los síntomas más comunes y el tratamiento disponible en cada caso.

Lupus Eritematoso Sistémico

El lupus eritematoso Sistémico (LES) es uno de los mejores ejemplos de estas enfermedades sistémicas, pues puede afectar a diversos órganos como la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones o a los ojos; aunque en la mitad de los pacientes la afección es exclusivamente en la piel y en las articulaciones.

En los casos en los que tiene un impacto en los ojos, los síntomas son sensación de arenilla, inflamación de la córnea, la esclera o de otros tejidos internos, provocando uveítis. Viene asociado con mucho dolor y molestias ante la luz, pudiendo incluso llegar a producir visión borrosa o pérdida de visión.

El tratamiento del LES puede variar en cada caso pues debe basarse en las necesidades y los síntomas de cada paciente. En los casos en los que la enfermedad está afectando a la vista hay que extremar las precauciones con los medicamentos, pues en muchos casos, los fármacos tradicionalmente recetados para hacer frente al lupus pueden presentar toxicidad ocular.

Artritis Reumatoide

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que presenta inflamación en las articulaciones periféricas, produciendo mucho dolor e incapacitando a las personas que conviven con ella. Como otras enfermedades autoinmunes, la inflamación crónica puede afectar a otros órganos como el corazón, el pulmón, los riñones o los ojos.

El síntoma más común de la afectación ocular es la sequedad, haciendo que sean más propensos a infecciones e incluso, produciendo daños en la córnea.

Los tratamientos de la artritis reumatoide en general son muy eficaces y permiten que las personas que conviven con ella puedan llevar una vida plena. El proceso combina varios fármacos para controlar la enfermedad a diversos niveles según las necesidades de cada paciente:

  • Tratamientos sintomáticos: controlar solo los síntomas de la enfermedad.
  • Fármacos modificadores de la enfermedad (FAME): con un impacto más directo en la artritis reumatoide como tal.
  • Corticoides: comparten características de las dos tipologías anteriores al aliviar los síntomas y atacar a la enfermedad.

Síndrome de Sjögren

Esta enfermedad reumática autoinmune afecta sobre todo a las glándulas encargadas de producir las lágrimas y la saliva, generando sequedad en ojos y boca. En algunos casos especialmente graves y complejos, también puede tener un impacto negativo en los riñones o en los pulmones. La sequedad ocular es una cuestión potencialmente muy grave, pues tiene asociadas complicaciones como la inflamación de los párpados o de la córnea.

Como en el resto de las enfermedades reumáticas autoinmunes, no existe un tratamiento para acabar con la patología, el objetivo es aliviar los síntomas y evitar que se propague el efecto generando complicaciones aún mayores. En ese sentido, se suele recomendar el uso de lágrimas artificiales para paliar la sequedad ocular y extremar la higiene de boca y ojos.

Síndrome de Stevens-Johnson

El síndrome de Stevens-Johnson es una enfermedad autoinmune grave y muy poco común, que afecta a la piel y a las membranas mucosas. Su gravedad es tal que se considera una urgencia médica, y suele ser necesaria la hospitalización del paciente.

Los primeros síntomas son muy similares a un cuadro gripal: fiebre, dolor de boca y garganta, sensación se fatiga y ardor en los ojos. Cuando la enfermedad va evolucionando se dan síntomas más graves como un dolor generalizado en la piel, la aparición de sarpullidos rojos o morados que se van extendiendo y ampollas en la piel y en las membranas mucosas de la boca, la nariz, los ojos y los genitales. A los pocos días la piel se va desprendiendo donde se habían formado ampollas.

El tratamiento se centrará en eliminar la causa de la enfermedad, que en muchos casos es una reacción adversa a un medicamento, y a controlar el dolor cuidando las heridas y minimizando las complicaciones que puedan ir apareciendo. El proceso puede durar semanas o incluso meses.

Tiroiditis de Hashimoto

Esta enfermedad reumática autoinmune afecta, como su nombre indica, a la tiroides. Esta glándula, situada en la base del cuello, produce hormonas que regulan varias de las funciones del cuerpo. En este caso, el sistema inmunitario va afectando a las células tiroideas con la consiguiente reducción en la producción de hormonas, generando hipotiroidismo.

El hipotiroidismo tiene un impacto muy marcado en los ojos. De hecho, los primeros síntomas se suelen manifestar en el órgano ocular, como la retracción de los párpados (lo que genera molestias como sensación de arenilla y lagrimeo) y el exoftalmos, haciendo que los ojos se vean más prominentes.

El tratamiento de la tiroiditis de Hashimoto está enfocado a paliar los síntomas de hipotiroidismo. Primero se controlarán los niveles de la hormona tiroidea y, en los casos graves, se recetarán tratamientos específicos.