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¿Cómo cuidar la salud ocular en época de exámenes? ¡Lee el post!

Estudiar es una de las actividades que mayor impacto puede tener en nuestra salud ocular. Nos lleva a forzar la vista obligando a enfocar a distancias muy cortas y añadiendo aún más presión en los músculos del ojo.  

A continuación, te explicamos los problemas más habituales que pueden surgir y nuestras recomendaciones para evitarlos: 

Riesgos oculares asociados al estudio 

Forzar la vista suele causar algunos problemas oculares que pueden desembocar en patologías más graves como la miopía. De hecho, esta enfermedad cada vez es más habitual entre la gente joven por el esfuerzo visual y el uso generalizado que se hace de las pantallas desde la infancia. 

Los síntomas y las manifestaciones pueden variar entre cada persona, con lo que es recomendable acudir a la consulta de oftalmología en cuanto aparecen las primeras molestias para un correcto diagnóstico y tratamiento. 

  • Fatiga ocular: cansancio visual, ojo seco y enrojecimiento. 
  • Ojo seco: sequedad ocular y molestias debido a la evaporación de lágrimas. 
  • Lagrimeo constante: desequilibrio en la producción de lágrimas. 
  • Visión borrosa: tensión ocular que afecta la calidad visual. 
  • Mareo: fatiga visual y tensión ocular causando desorientación.  
  • Dolores de cabeza: tensión ocular y estrés mental en zonas como sienes y frente. 
  • Hipersensibilidad a la luz: mayor sensibilidad y dificultad para ver en ambientes brillantes. 

Recomendaciones para tener una buena salud ocular en época de exámenes 

Igual que en periodos de más estudio extremamos los cuidados de la salud general, intentando cumplir con unas horas apropiadas de sueño, comiendo de manera saludable e intentando no dejar a un lado el ejercicio físico, no debemos olvidarnos de nuestros ojos. El estrés afecta a la salud ocular, y pasar largas horas forzando la vista también. En general, es conveniente: 

  • Parpadear a menudo para evitar la sequedad ocular y la fatiga visual. 
  • Establecer un plan de estudio con descansos regulares para mantener la concentración y evitar el agotamiento. 
  • Aplicar la regla 20-20-20, que consiste en hacer pausas cortas de 20 segundos cada 20 minutos de actividad y mirar a seis metros de distancia (20 pies), que puede ser mirando a través de la ventana, para que los ojos puedan descansar un poco. 
  • Cuidar la postura, que afecta a nuestra concentración, comodidad y salud ocular. El plano de lectura debería estar inclinado a unos 20 grados para prevenir la miopía, reducir la evaporación de la lágrima y evitar el ojo seco. 

 

Si pese a las recomendaciones sigues notando molestias en los ojos, consulta con un equipo offtalmológico sobre usar lágrimas artificiales. Estos líquidos están diseñados para lubricar y humectar los ojos, proporcionando así alivio inmediato y sensación de frescura. 

Mantener una distancia correcta con el libro o la pantalla 

La distancia mínima recomendada es de unos 35-40cm cuando usamos un libro o una tablet. En el caso del ordenador, lo ideal son unos 50cm. 

En general, el uso de pantallas en el estudio cotidiano debería mantenerse al mínimo posible, sobre todo en el caso de la infancia donde los ojos aún se están desarrollando. Si no, los problemas visuales podrían afectar al rendimiento académico y a la salud ocular de niños y niñas. 

Elige zonas con colores neutros y luz natural  

Al elegir una sala de estudio o preparar la habitación para estudiar, lo apropiado son los colores neutros como blancos, grises o beiges para crear un ambiente relajado que reduzca la fatiga visual. En la medida de lo posible, intenta huir de colores estridentes o de zonas con muchos estímulos visuales. Igual que tenemos interiorizado que para la concentración es mejor un espacio en calma y sin mucho barullo, cuanto menos ruido visual haya, mejor será para nuestra salud ocular. 

Por supuesto, es imprescindible que la sala esté bien iluminada. Una habitación en penumbra es lo que más lleva a forzar la vista. Preferiblemente, la fuente de luz debería ser natural, pero si hace falta usar luz artificial, es buena idea crear un contraste entre la pantalla o el foco de luz y el entorno circundante, para así evitar la fatiga ocular. Para personas diestras, conviene que la fuente de iluminación esté a la izquierda y viceversa en personas zurdas, para evitar que la sombra de la mano interfiera con el material de lectura. 

Revisiones oculares para cuidar la salud ocular en jóvenes y niños 

Junto con todas estas recomendaciones, es importante también acudir a la consulta oftalmológica de manera periódica para un buen seguimiento y evitar que se desarrollen patologías sin ser detectadas. Por supuesto, la frecuencia concreta variará según la edad y las necesidades individuales de cada persona, pero, en general, lo conveniente es: 

  • Bebés y niños pequeños: se debe evaluarlos en los primeros meses de vida y antes de cumplir un año para detectar problemas oculares congénitos. 
  • Edad escolar: realizar una revisión al comienzo de la etapa escolar y luego cada uno o dos años como mínimo, a no ser que se requiera un seguimiento más frecuente.  
  • Adolescentes y jóvenes: hacer revisiones cada uno o dos años, a menos que haya síntomas o condiciones previas que necesiten un seguimiento más cercano. 

En cualquier caso, siempre es recomendable seguir las indicaciones del equipo de profesionales oftalmológicos sobre la frecuencia adecuada en cada caso y, por supuesto, buscar atención complementaria si surgen dolencias oculares.