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¿Puedes quedarte ciego por beber alcohol? El impacto de la bebida en los ojos 

Como sabemos, el consumo de alcohol tiene consecuencias negativas en el organismo y es un factor de riesgo en múltiples enfermedades. Además, en muchos casos de enfermedades crónicas como el glaucoma, el alcohol está completamente contraindicado pues se puede ver una relación directa entre el consumo de esta sustancia y la prevalencia de la enfermedad. Pero, ¿puedes quedarte ciego por beber alcohol?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo por el consumo nocivo de alcohol, lo que supone un 5,3% de todas las defunciones. Junto con esto, hay que señalar que el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones se puede atribuir al alcohol. Además, está aceptado que existe una innegable relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y diversos trastornos mentales y comportamentales, junto con enfermedades no transmisibles y traumatismos. 

El impacto del alcohol es negativo en todo el cuerpo, y ¿sabías que también puede afectar a la salud de los ojos? 

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¿Cómo afecta el consumo de alcohol a los ojos? 

Como comentábamos, el consumo de alcohol tiene un efecto negativo en la salud ocular. Los efectos más evidentes se notan a corto plazo y toda persona que se haya pasado con el alcohol en algún momento los conocerá. En cambio, hay menos concienciación social sobre los efectos dañinos del alcohol a largo plazo. 

Efectos del alcohol en la visión a corto plazo 

A corto plazo, el efecto más común del alcohol en la vista es la visión borrosa o la sensación de ver doble. Este trastorno se llama diplopía y se produce porque las imágenes que se captan por cada ojo no se procesan a la vez y de manera correcta en el cerebro. Esto supone que no conformen una única imagen, como ocurre habitualmente, generando esa sensación de mareo característica. 

Otro trastorno a corto plazo es la dificultad para distinguir determinados colores, como el rojo o el naranja y para tolerar los cambios bruscos en la iluminación. En este sentido, es habitual que aparezcan halos, círculos luminosos que pueden deslumbrar, en torno a luces brillantes como farolas o bombillas, especialmente si el resto del entorno está más oscuro. 

Finalmente, el alcohol también puede deteriorar la película lagrimal que recubre el ojo, esa capa húmeda que evita la sequedad visual. El etanol presente en el alcohol pasa al lagrimal y fomenta la evaporación de esta película protectora, afectando a la visión y, al ser vasodilatador, provoca ojos rojos. 

Además del efecto en el juicio y en la rapidez de reacción, el impacto del alcohol en la visión es una de las causas principales por los que no se debe conducir, sobre todo de noche, cuando se ha bebido. Estos cambios a corto plazo que hemos mencionado impiden la correcta conducción al fomentar que no distingamos correctamente los colores o las formas, o que suframos un deslumbramiento con mayor facilidad. 

Efectos del alcohol en la visión a largo plazo 

Los trastornos que hemos visto hasta ahora son a corto plazo, es decir, su efecto se corrige eventualmente. Sin embargo, un abuso continuado del alcohol puede generar un impacto negativo en la salud ocular a largo plazo, generando problemas crónicos que pueden afectar a la visión y al nervio óptico. 

El principal riesgo a largo plazo del consumo de alcohol es la degeneración macular. Este trastorno impacta en la visión central y perjudica la percepción de los colores y las formas, afectando a la visión cercana. Esto conlleva una dificultad para tareas como la lectura o como reconocer rostros y objetos. 

Más allá de esto, se ha visto que la ingesta de alcohol de manera continuada reduce los niveles de nutrientes y de oxígeno que llegan al nervio óptico. Esto puede generar la llamada neuropatía óptica tóxico-nutricional, una enfermedad del nervio óptico que disminuye la visión de manera irreparable si no se trata a tiempo. 

Por último, en algunos casos se ha visto una relación entre el consumo de alcohol a largo plazo y un aumento del riesgo de sufrir cataratas. Como sabemos, las cataratas, si no se tratan correctamente y a tiempo, pueden generar ceguera. 

¿Qué alcohol puede dejarte ciego? Cuidado con el alcohol adulterado  

El alcohol adulterado es el que no cumple con las normas de las autoridades sanitarias en su elaboración. Lo habitual es que sea de fabricación casera y se haga a base de metanol, una sustancia tóxica para el ser humano más económica que el etanol, que es lo utilizado habitualmente en las bebidas alcohólicas reguladas por las instituciones pertinentes. De hecho, el metanol se utiliza en otras sustancias venenosas como el disolvente, el pegamento, el barniz o en la producción de algunos plásticos. 

El metanol es extremadamente tóxico y, aunque una parte se elimina a través de los pulmones y los riñones, el resto se difunde por el cuerpo y se concentra especialmente en los tejidos ricos en agua, como los ojos, pudiendo generar la pérdida de visión irreversible. Pero los efectos no se notan exclusivamente en los ojos: la ingesta de metanol también puede conllevar un fuerte dolor de cabeza y dolor abdominal, dificultad respiratoria, fallos renales e, incluso, un coma o la muerte. 

La intoxicación por metanol conduce a la ceguera irreversible al producirse una neuropatía tóxica y una necrosis de la retina. Como curiosidad, el tratamiento para dicha intoxicación sería administrar alcohol etílico o etanol, ya que ambos alcoholes compiten por la misma enzima hepática que los degrada. Esto evita la producción de metabolito del alcohol etílico que es tóxico para los ojos y para todo el organismo. 

Oftalmología General - Número de colegiado: 333306733