Una prótesis es una extensión artificial diseñada para reemplazar total o parcialmente una parte del cuerpo que falta. Estas herramientas, presentes entre los seres humanos desde tiempos inmemoriales, se han ido refinando y perfeccionando gracias a la evolución de la tecnología aplicada a la medicina, y ahora podemos encontrarnos con verdaderas maravillas de la ciencia.
Por supuesto, las prótesis se utilizan como sustitutos de todo tipo de miembros humanos e incluso órganos. Las piernas y los brazos son muy conocidos, ¿pero sabías que también existen prótesis oculares para suplir la falta del ojo? A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber sobre los tipos que hay y cuándo se utilizan.
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¿Qué es una prótesis ocular?
Como comentábamos, una próstesis ocular es un sustituto diseñado para reemplazar la falta total o parcial del ojo. En este caso, este tipo de prótesis tienen una función exclusivamente estética y son manufacturados por ocularistas, no por oftalmólogos. Al contrario que otras prótesis como las de manos, que sí que permiten replicar las funciones de las manos humanas; las oculares no sirven para recuperar la visión.
Afortunadamente, la innovación tecnológica ha hecho que las prótesis oculares avancen un largo camino y lejos quedan esos ojos artificiales que veíamos en las películas. Ahora se fabrican individualmente con un material acrílico antialérgico que permite un uso cómodo e higiénico y, además, se diseñan a partir del ojo sano para alcanzar el efecto estético buscado. El iris se hace manualmente copiando cada una de las zonas, y la parte interior imita la zona de la cavidad para garantizar mejor movilidad y más comodidad.
¿Cuándo se necesita una prótesis ocular?
Hay varios supuestos médicos que pueden llevar a una persona a perder total o parcialmente un ojo. Puede ser bien por un traumatismo ocular especialmente grave, o por sufrir quemaduras en el ojo que hagan que se dañe profundamente el órgano. También hay ciertas patologías, como el glaucoma, que requieren de una intervención quirúrgica donde se retire parte del tejido ocular para evitar su desarrollo.
En estos casos, hay dos posibilidades: el uso de un parche o el uso de una prótesis ocular. Suele recomendarse la segunda opción por sus múltiples beneficios, que no son solo estéticos. Utilizar este tipo de reemplazos permite favorecer el desarrollo psicosocial con normalidad, disminuyendo el impacto negativo en el bienestar y en la salud mental del paciente. Además, permite que se lleven a cabo otra vez funciones necesarias como el parpadear o el llorar.
Hay varios procedimientos quirúrgicos relacionados con este proceso:
- Evisceración o enucleación: La evisceración es el vaciado del interior del globo ocular (iris, coroides, retina, vítreo…), manteniendo la esclerótica y los músculos extraoculares. La enucleación es la eliminación completa del globo ocular, solo se dejan los músculos extraoculares. El cirujano preparará la cavidad para poder acoger la prótesis.
- Reconstrucción de fondos de saco: como el nombre indica, se reconstruye la parte interna del párpado para conseguir un movimiento del ojo y cierre del párpado adecuados. Está indicado para personas con ausencia de globo ocular.
Tipos de prótesis oculares
Hay varios tipos de prótesis oculares según las necesidades de cada paciente y la situación del órgano ocular. La elección de cada uno depende de la decisión del profesional sanitario en base a las particularidades de cada caso:
Prótesis ocular doble o simple
Especialmente indicado para las personas en quienes se ha realizado una evisceración, esta prótesis ocular se hace a partir de un iris pintado a mano y sirve como sustituto completo del ojo original. El grosor, tamaño y forma dependerán de las particularidades y la fisionomía de la persona.
Cascarillas cosméticas
En este caso, la prótesis ocular presenta un espesor más delgado, de no más de 3 milímetros, y está pintada sobre el mismo material. Están indicadas en personas que aún conserven su ojo pero que este esté retraído y por lo tanto tiene menor tamaño por la pérdida de volumen.
Conformadores
Se tratan de una prótesis ocular muy particular, pues sirven para conformar la cavidad ocular después de la intervención quirúrgica, antes de colocar la pieza definitiva. Al ser de uso temporal, no se trabaja tanto su realismo y suelen ser blancas o transparentes.
Cuidado y limpieza de las prótesis oculares
Como con cualquier otra prótesis, especialmente las que están en zonas delicadas como las dentales, hay que extremar los cuidados y la limpieza. Por supuesto, todo estará supeditado a las recomendaciones de la consulta oftalmológica, pero estas son las más habituales:
- En general se recomienda no quitarla durante varias semanas, ya que cuanto más se manipule la prótesis, más secreción produce.
- Para limpiarla, es recomendable usar los líquidos que recomiende el ocularista.
