Neuritis Óptica: ¿Qué la causa?

Como hemos comentado en otras ocasiones, los ojos están sujetos a sufrir muchas enfermedades y trastornos, siendo más vulnerables que otras partes del cuerpo. Junto con esto, y más allá de los conocidos problemas de vista, hay muchas enfermedades de los ojos que hacen que esta zona sea propensa a sufrir complicaciones. Por eso, como insistimos siempre, es crucial conocer las posibles patologías asociadas a la vista para tomar medidas y acudir de manera regular a la consulta del oftalmólogo para revisiones a tiempo y detección precoz de cualquier enfermedad. Precisamente una de estas posibles enfermedades es la neuritis óptica.

La neuritis óptica ocurre por una inflamación o hinchazón del nervio óptico que conlleva la reducción o pérdida de la visión, pudiendo a tener consecuencias graves para la persona que lo sufre. El nervio óptico es el conjunto de fibras nerviosas que se encargan de transmitir la información visual que se capta desde el ojo hasta el cerebro, permitiendo la visión. Por lo tanto, una complicación en esta zona es muy delicada y debe ser tratada inmediatamente.

A continuación, explicamos todas las características de la neuritis óptica, así como sus causas, síntomas o los tratamientos recomendados. ¡Es muy importante estar informados para poder detectar este tipo de enfermedades a tiempo!

Causas de la Neuritis y Neuropatías Ópticas

Las causas de la neuritis y neuropatías ópticas son múltiples. Hay muchas enfermedades que están asociadas a neuropatías ópticas, por lo que hay que estar especialmente pendiente de la posibilidad de desarrollarlas si se padece alguna de ellas.

En general destacan las enfermedades autoinmunitarias que afectan a la capa que cubre el nervio óptico produciendo inflamación y daño a la mielina. En el caso de la neuritis óptica, las más habituales son la esclerosis múltiple, la neuromielitis óptica, el lupus, la sarcoidosis o la enfermedad de Behçet.

• La esclerosis múltiple: el sistema inmunitario ataca la vaina de mielina que cubre las fibras nerviosas del cerebro. Tiene un gran impacto en el sistema nervioso, y una de las partes afectadas son los nervios ópticos. Frecuentemente la neuritis óptica es la manifestación inicial de la esclerosis múltiple.
• La neuromielitis óptica: en esta enfermedad, similar a la esclerosis múltiple, la inflamación afecta directamente al nervio óptico y a la médula espinal pero no daña las fibras del cerebro.
• El lupus: enfermedad autoinmune donde el cuerpo ataca por error tejidos sanos. Suele tener impacto en la piel, los riñones o los nervios ópticos, entre otras muchas zonas.
• La sarcoidosis: se caracteriza por el crecimiento de pequeñas acumulaciones de células inflamatorias en diferentes partes del cuerpo. Aunque las zonas más comunes son los pulmones o los ganglios linfáticos, puede darse también en los ojos, la piel, el corazón y otros órganos.
• La enfermedad de Behçet: inflamación crónica de los vasos sanguíneos que produce úlceras dolorosas e inflamación en diferentes partes del cuerpo, sobre todo boca, genitales y ojos. Se caracteriza porque estas úlceras pueden aparecer y desaparecer.

Otro grupo de enfermedades que pueden estar asociadas con la neuritis óptica son las infecciones bacterianas y víricas. Sabemos que hay muchos casos de microorganismos que afectan directamente a los ojos, empezando por la conjuntivitis viral o bacteriana; pero lo que no es tan conocido es el impacto que pueden tener en la vista infecciones en otras zonas del cuerpo.

• Tuberculosis: esta enfermedad tan conocida se produce por una bacteria que se aloja en tejidos bien oxigenados como los pulmones. El impacto en los ojos puede ser por la respuesta del propio cuerpo combatiendo la enfermedad o por la infección en sí misma.
• Enfermedad de Lyme: esta infección bacteriana se produce por la picadura de una garrapata, e impacta en los ojos de muchas maneras, desde la conjuntivitis en la primera fase hasta la queratitis, afectación de la retina y puede causar también neuritis óptica.
• Meningitis: enfermedad que puede causar el fallecimiento del paciente, aunque la mayoría de las personas se recuperan con secuelas importantes, como el daño de los nervios ópticos.

La causa más frecuente de neuropatía óptica es la falta de riego a nivel de la cabeza del nervio óptico (NOIA), por afectaciones cardiovasculares de diversos tipos. También hay una enfermedad inflamatoria de las arterias del cráneo (Arteritis de la temporal) que puede causar estas neuropatías isquémicas.

Así como hay enfermedades genéticas que causan neuropatía óptica.

También distintos fármacos y toxinas se han asociado con la aparición de la neuritis óptica.

Síntomas de la Neuritis Óptica 

Lo más habitual es que la neuritis óptica se de en un solo ojo, aunque hay casos de ambos nervios ópticos. Como esta enfermedad afecta a los nervios ópticos, que comunican al cerebro los estímulos visuales, el síntoma más común es la pérdida de la visión y se puede dar en diferentes grados o zonas:

• Pérdida de visión en un ojo: El grueso de los pacientes ven reducida, aunque sea de manera temporal, la visión del ojo. Esto suele ser un proceso que dura unas horas o días y luego la visión se va recuperando a lo largo de semanas o meses. Aun así, hay determinados casos en los que la pérdida de visión es definitiva ya que puede producirse una atrofia del nervio óptico.
• Pérdida del campo visual: La neuritis óptica también puede generar el empeoramiento del campo de visión, bien de la visión central o de la visión periférica.
• Pérdida de la visión cromática: También es común que esta patología afecte a la percepción del color haciendo que los colores se vean menos vívidos de lo normal.

Junto con esto, otros síntomas generales son:

• El dolor: algunos pacientes con neuritis óptica manifiestan sentir dolor ocular. Este dolor puede empeorar con el movimiento del ojo.
• Ráfagas de luz: también es común ver ráfagas de luz o luces centelleantes al mover los ojos.

¿Qué tratamiento seguir?

Hay que señalar que, en general, la mayoría de las personas suelen recuperar eventualmente la visión sin necesitar un tratamiento concreto aparte del tratamiento de la patología de base. Aun así, el proceso puede necesitar de tratamiento con pulsos de esteroides intravenosos, en los casos inflamatorios o tratamiento antibiótico en la neuritis de origen infeccioso.