Se ve sobre todo en la adolescencia y la juventud: erupciones cutáneas, granos y espinillas desagradables y molestos. El acné es una enfermedad de la piel muy común que, aunque no genera un daño dermatológico muy alto, más allá del riesgo de cicatrices, suele tener un grave impacto emocional. Por eso, es habitual que los pacientes busquen diversas soluciones para hacer frente a esta patología, tomando tratamientos para el acné que pueden llegar a ser bastante agresivos y presentar diversos efectos secundarios más o menos graves, incluyendo un impacto negativo en los ojos.
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¿Por qué los tratamientos para el acné pueden causar problemas en los ojos?
Como comentábamos hay diversos tipos de tratamientos para el acné y se suelen ir probando gradualmente. En general se comienza con medicación tópica o antibióticos, unido a una correcta higiene facial y una dieta saludable. Si no se logran los resultados esperados, los dermatólogos pueden recomendar un fármaco a base de isotretinoína. Este medicamento, que forma parte de los llamados retinoides, es muy agresivo y por ejemplo está prohibido su uso en mujeres embarazadas. Presenta múltiples efectos secundarios, desde enrojecimiento de la piel o descamación, cansancio o síntomas de resfriamiento, hasta debilidad muscular, diarrea, dificultad para respirar, palpitaciones o fiebre. Entre todo esto, incluye también un posible impacto negativo en los ojos, sobre todo:
Ojo seco
Uno de los efectos más habituales de estos tratamientos para el acné es la sequedad. Para combatir los granos, el fármaco seca la piel, pudiendo dañar la zona de la nariz, la boca e incluso los ojos.
Es muy importante combatir estos síntomas en cuanto aparecen para no degenerar en un problema de sequedad ocular crónica, pues podría tener consecuencias muy graves para la salud visual de la persona, como inflamación ocular, abrasión de la superficie de la córnea e incluso una úlcera corneal o la pérdida de visión. La solución es muy sencilla; dado que el ojo seco se produce porque el lagrimal no produce lágrimas adecuadas en cantidad o en calidad, se puede combatir con lágrimas artificiales en cuanto aparecen los primeros signos de sequedad.
Neuritis óptica
La neuritis ótpica es otro efecto secundario potencial de los tratamientos para el acné. En este caso, se produce por la inflamación o hinchazón del nervio óptico, el conjunto de fibras nerviosas que lleva la información captada por la retina hasta el cerebro. Por lo tanto, un daño en esta zona es una cuestión muy grave, y puede llegar a generar la pérdida total o parcial de la visión.
Otros daños que pueden causar los tratamientos para el acné en los ojos
Además de estos problemas visuales, otros efectos secundarios de los tratamientos para el acné en los ojos suelen ser enrojecimiento, picor, hinchazón o conjuntivitis. Igual que en el caso del ojo seco, la conjuntivitis se puede cronificar, por lo que es importante acudir a la consulta de oftalmología ante los primeros síntomas para encontrar el tratamiento de conjuntivitis más apropiado.
