Si tienes miopía y no quieres usar gafas todos los días, pero no puedes o quieres pasar por una operación de miopía, las lentillas son la solución. Aún así, con la variedad de tipos que hay y los mitos y desinformación en torno a las lentes de contacto, en muchas ocasiones cuesta animarse a usarlas y se descarta la opción.
Por eso, a continuación explicamos detalladamente todo lo que hay que saber sobre las lentillas, resolviendo las dudas más frecuentes y explicando todos los tipos y peculiaridades de estos dispositivos ópticos. En cualquier caso, si estás pensando en empezar a usar lentes de contacto, es importante que consultes con tu profesional de oftalmología y con tu óptica de confianza para probar cuál es el modelo ideal para tus ojos.
Índice de contenidos
¿Qué son las lentillas? ¿Cómo funcionan?
Las lentillas son un dispositivo óptico diseñado para corregir ciertos defectos en la visión. Estas lentes artificiales están formadas por un material plástico flexible, blando y transparente, y tienen una forma cóncava por un lado y convexa por el otro para adaptarse a la forma del ojo.
Las lentillas se posan sobre la córnea del ojo para corregir los problemas de visión, neutralizando el error de refracción que pueda existir. Este puede ser desde la miopía hasta trastornos menos habituales como el daltonismo.
Las primeras lentes de contacto se desarrollaron a finales del siglo XIX, se posaban sobre la esclerótica, eran de vidrio, y no podían tolerarse durante más de dos horas. Afortunadamente, la innovación tecnológica y sanitaria ha permitido diseñar lentillas blandas y flexibles que son mucho más cómodas para el uso prolongado y diario.
Tipos de lentillas que existen
Como apuntábamos, hay una gran variedad de tipos de lentes de contacto según su función, la duración de su vida útil, por ejemplo. En muchos casos, esto hace que quien se adentra por primera vez en el mundo de las lentillas se pueda sentir perdido o abrumado al no saber qué tipo de lentilla es más conveniente.
A continuación, todo lo que necesitas saber sobre los tipos de lentillas, pero, como siempre, ¡te recomendamos acudir a tu consulta de oftalmología antes de tomar ninguna decisión!
Tipos de lentillas según para qué se usan
Hay tres tipos de lentillas según su función: correctivas, terapéuticas o estéticas:
Lentillas correctivas: como el nombre indica, se utilizan para corregir algún efecto de la visión.
- Lentillas multifocales o progresivas: corrigen tanto la visión de lejos como de cerca.
Lentillas terapéuticas: este tipo de lentes no corrigen la visión, ayudan a tratar trastornos como heridas o inflamaciones.
- Lentillas de cicatrización: tras ciertas operaciones se utilizan estas lentillas que ayudan a cicatrizar el ojo.
- Lentillas con medicamento: hay determinados fármacos oculares que se administran mejor a través de una lente de contacto.
- Otras lentillas terapéuticas: según el tratamiento necesario, se utilizan lentillas terapéuticas que funcionan como una venda protectora del ojo. Estas lentillas se pueden adaptar a diversos tratamientos, como la sequedad ocular, la erosión, las úlceras o los edemas.
Lentillas estéticas: este tipo de lentillas solo cambian el color del ojo, con un fin exclusivamente estético. Hay lentillas correctivas que también modifican el color del iris.
Tipos de lentillas según su duración
Otro aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de elegir lentillas es el tiempo de vida. Actualmente en el mercado hay lentillas mensuales, el mismo par se puede usar durante todo el mes, semanales, que valen para una semana, o diarias, que se deben desechar después de un solo uso. En todos los casos es crucial no intentar utilizar las lentes de contacto más allá de su tiempo recomendado.
Los tres tipos tienen ventajas e inconvenientes de comodidad, higiene y precio, elegir entre unas y otras dependerá del uso que se le vaya a dar y de la frecuencia: no es lo mismo utilizar lentes de contacto todos los días que limitar el uso a situaciones sociales puntuales o a la práctica de deporte.
Otros tipos de lentillas
Además de la función y el tiempo de uso, también se pueden clasificar las lentillas según el material de fabricación: duras o blandas.
En ambos casos se trata de lentes de contacto que corrigen la visión de lejos; las lentillas duras logran un mejor resultado, pero al ser rígidas pueden ser más incómodas y el proceso de adaptación es mucho más largo y complejo. En el caso de las lentillas blandas, en cambio, prima la comodidad del usuario.
Para decidir entre un tipo u otro, es fundamental que sigas las recomendaciones de tu oftalmólogo/a de confianza y de la óptica.
¿Cómo usar correctamente las lentillas?
Una vez hayas decidido qué tipo de lentilla es el ideal para ti, en la ótica te ofrecerán apoyo práctico para aprender cómo colocarte y usar correctamente las lentillas. El proceso varía para cada persona según la forma del ojo, el tamaño de párpado o el grosor de las pestañas. En cualquier caso, es importante que sigas al pie de la letra sus indicaciones y que consultes cualquier duda o dificultad que tengas durante el proceso.
Cómo saber si la lentilla está al derecho o al revés y otros consejos para principiantes
Este es uno de los miedos más frecuentes de las personas que comienzan a usar lentes de contacto: ¿y si me la pongo al revés? No hay ningún riesgo para el ojo si te colocas la lentilla al revés, ni vas a notar una diferencia en la visión. Simplemente, es probable que experimentes cierta incomodidad, como si se hubiera metido algo dentro del párpado.
En ese caso, debemos extraer la lentilla y colocarla en la yema del dedo con los bordes hacia arriba. Ver si está al derecho o al revés es muy sencillo: si tiene una forma de cuenco, totalmente ovalada, está en la posición correcta, pero si los bordes se abren hacia afuera, habrá que darle la vuelta.
¿Son seguras las lentillas? Consecuencias de hacer un mal uso de ellas
Las lentillas son totalmente seguras siempre y cuando se sigan las normas higiénicas y sanitarias adecuadas. Es crucial seguir estas normas higiénicas básicas para asegurar que no haya complicaciones en los ojos por usar lentillas. Las consecuencias de un mal uso de las lentillas pueden ser bastante graves, pudiendo generar enfermedades inflamatorias oculares como la conjuntivitis o la queratitis, que incluso se podrían cronificar.
- Lavar las manos en profundidad antes de colocar o retirar las lentillas. Este paso debería seguirse siempre que se vayan a tocar los ojos, no solo en el caso de las lentes de contacto.
- Mantener la lubricación y la limpieza de las lentes en una solución adecuada y durante el tiempo necesario (entre 8 y 9 horas al día, normalmente). Esto puede variar entre los tipos y marcas de lentes de contacto, por lo que lo ideal es consultar cualquier duda con la óptica.
- Cambiar la solución líquida de las lentillas cada día, se hayan usado ese día o no, para garantizar que se cumplen las condiciones óptimas de mantenimiento.
- No exceder el tiempo de uso indicado de las lentes de contacto: si por ejemplo son de uso diario, las lentillas no deben utilizarse más allá de ese plazo.
