Efectos del VIH en los ojos

El VIH, virus linfótropo humano, también conocido como virus de inmunodeficiencia humana, es un retrovirus que afecta al sistema inmunitario destruyendo las células CD4. Esto hace que para el cuerpo sea cada vez más difícil el combatir las infecciones. Si este virus no se controla, es habitual que en unos 10 años se desarrolle la enfermedad del SIDA, Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida, que supone la última etapa de la infección por este virus. En este estadio, la concentración del VIH en el cuerpo aumenta muchísimo, disminuyendo enormemente el número de células CD4.

Según cifras de la ONU, en el 2021 unas 38,4 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo. El impacto del SIDA en el cuerpo es enorme y puede acabar en la muerte. Durante el proceso, y como ya hemos visto con otras enfermedades inmunológicas, también puede generar trastornos en los ojos que pueden culminar con la pérdida de visión completa. A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber sobre los efectos del VIH en los ojos por si tú o alguien de tu entorno padecéis de esta infección.

¿Por qué puede afectar el VIH a los ojos?

Como explicábamos, si no se trata el VIH puede tener efectos negativos en todo el cuerpo, incluyendo los ojos. En este sentido, hay que señalar que la Fundación de Lucha contra el SIDA y las Enfermedades Infecciosas estima que entre un 69% y un 80% de las personas con VIH puede presentar en cualquier momento de su enfermedad algún tipo de afectación en el sistema ocular, principalmente en la retina y en el nervio óptico.

De hecho, en muchos casos, los efectos en los ojos pueden suponer el primer signo de que la infección se ha diseminado por el organismo. Estas retinopatías por VIH pueden variar mucho según la carga vírica y el perfil de cada paciente.

A su vez, también hay que tener en cuenta que algunos de los fármacos antirretrovirales indicados para contener la infección de VIH y evitar que se desarrolle el SIDA presentan efectos secundarios potencialmente dañinos para la salud ocular. Afortunadamente, los fármacos más modernos han reducido considerablemente este riesgo.

Principales enfermedades oculares por VIH

Como decíamos, la tipología y la gravedad de la enfermedad ocular puede variar según la persona y su carga vírica, pero estas son las manifestaciones más comunes:

• Retinopatía por HIV: es la manifestación ocular más frecuente en personas con SIDA. Los efectos son hemorragias retinianas acompañadas de microaneurismas y exudados algodonosos, unas manchas blancas causadas por el bloqueo en los vasos retinianos.

 

• Retinitis por CMV: Este es uno de los efectos del VIH en los ojos más grave, y aparece en personas con estados avanzados de la enfermedad. Los síntomas son la aparición de lesiones blanco-amarillentas con distribución vascular. Además, en el polo posterior pueden aparecer opacidades retinianas, abundantes exudados y hemorragias intrarretinianas frecuentes.

 

• Infecciones víricas, bacterianas y micóticas oportunistas: al bajar las defensas del cuerpo, las personas con VIH son más propensas a sufrir otro tipo de infecciones.

 

• Sarcoma de Kaposi: esta forma rara de cáncer también es un efecto del VIH en los ojos. Es habitual que genere lesiones de color rojizo o purpúreo en los párpados, o desarrollar una masa carnosa en la conjuntiva. Pese a su aspecto preocupante, en general no daña a los ojos y puede ser tratado por los profesionales médicos.

 

¿Pueden paliarse o prevenirse los efectos del VIH en los ojos?

Afortunadamente, hoy en día un diagnóstico de VIH no supone una condena de muerte como ocurría anteriormente. Gracias a la investigación farmacológica y médica se ha avanzado enormemente y es posible tratar la infección de VIH para evitar que desemboque en la enfermedad del SIDA. De hecho, es muy común que la carga viral se mantenga indetectable e, incluso, algunas personas se han llegado a curar.

Aun así, por un tratamiento incorrecto o un diagnóstico tardío, es posible que la infección se extienda y la persona afectada acabe desarrollando la enfermedad del SIDA. En estos casos, también existen tratamientos para evitar que los efectos oculares tengan consecuencias fatales. Para ello, es imprescindible acudir al oftalmólogo en cuanto se detecta la infección de VIH. Solo con un seguimiento rutinario y los tratamientos correctos se puede intentar que los efectos del VIH en los ojos vayan a más.