
SÍNTOMAS
Hay que tener en cuenta que la mácula es la parte central de la retina y permite enfocar y ver con detalle cualquier objeto, permitiendo realizar actividades como leer, coser, enhebrar una aguja etc.
En consecuencia, los síntomas del edema macular afectan a la visión central, pudiéndose apreciar visión borrosa y distorsión de las líneas. Si no se trata adecuadamente, el paciente puede llegar a tener muy limitada la visión central.
TRATAMIENTO
El tratamiento del edema macular dependerá de cuál sea la causa, el grado de evolución y si es focal o difuso; y se determinará en función de las características de cada paciente. Cabe la opción de un tratamiento farmacológico con colirios, o inyecciones intraoculares y perioculares. Entre estos medicamentos destacan los denominados antiangiogénicos, que actúan sobre el factor de crecimiento endotelial.
Este factor es responsable de la formación de vasos sanguíneos anormales y del aumento de la permeabilidad vascular.
Los fármacos antigangiogénicos permiten reducir la formación de nuevos vasos anómalos (neovascularización) y evitar la pérdida de líquido, aunque su efectividad es sólo temporal.
Otras opciones de tratamiento se centran en la fotocoagulación con láser de los puntos de los vasos sanguíneos en los que se produce la pérdida de líquido que se acumula en la mácula alterando su funcionalidad.
En los casos más graves puede ser necesario realizar una cirugía de vitrectomía.
La vitrectomía es una intervención quirúrgica en la que se extrae el gel transparente que llena el globo ocular (humor vítreo) para acceder a la retina y tratar los vasos anómalos y eliminar las posibles bandas fibrosas que puedan ejercer una tracción sobre la retina, con el subsiguiente riesgo de que se desgarre y se produzca un desprendimiento de retina.
RESULTADOS
En la actualidad, el tratamiento de elección son las inyecciones intravítreas (en el interior del globo ocular) de los fármacos antiangiogénicos. Se deben realizar tantas inyecciones como precise el ojo para controlar y reducir el edema macular. Las inyecciones intravítreas son el único tratamiento que consigue mejorías visuales en un 30-35 % de los casos.
El tratamiento con láser permite la estabilidad visual pero deja cicatrices permanentes por lo que su uso debe ser limitado. Por último, la vitrectomía solo debe realizarse en casos con tracción confirmada y que no mejoren con los tratamientos anteriores.