El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega ahorrará cerca de 100 toneladas de CO2 en 2024
Se estima que la instalación fotovoltaica en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega generará alrededor del 20% de su consumo total anual y permitirá ahorrar la emisión de casi 100 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a plantar más de 3.000 árboles.
El sector salud en España representa un 10% del PIB y los estudios indican que el sector sanitario oscila entre el 1% y el 5% del total de impactos globales en el medio ambiente.
El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV), en su compromiso de continuar contribuyendo a la sostenibilidad medioambiental, reduce su huella de carbono gracias a la instalación de 360 paneles solares fotovoltaicos que suponen una potencia total de 205 kWp, en sus instalaciones de Oviedo. Se estima que estos paneles, que ya están en funcionamiento, generarán alrededor del 20% del consumo total de energía anual.
La instalación de estos nuevos paneles, realizada por la también asturiana ASP Energía, posibilita que el Instituto pueda tener su propia fuente de energía limpia y respetuosa con el medio ambiente. Estos cuentan con una conexión a red interior y sin excedentes, que permitirá ahorrar la emisión de casi 100 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a plantar más de 3.000 árboles. “Con este paso, reforzamos la sostenibilidad como parte fundamental del compromiso con nuestros pacientes y con la sociedad. La reducción de nuestra huella de carbono y la responsabilidad con el medioambiente se convierten en una nueva seña de identidad del Instituto, incorporándose a los valores con los que desarrollamos nuestra actividad clínica y quirúrgica”, explica el director gerente del Instituto, Luis Ángel Machín.
Impacto de la huella de carbono
De hecho, según el informe ‘Actuaciones para la evaluación del impacto de la huella de carbono en centros sanitarios’, elaborado por el Ministerio de Sanidad1, “el sector sanitario podría tener una participación de aproximadamente un 4,4% de las emisiones globales netas (2 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente) o el equivalente a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón”.
En este sentido, y para reducir su impacto medioambiental, el Instituto puso en marcha una política donde se implementan otras acciones complementarias. Así, además de la instalación fotovoltaica, organiza sus actividades mediante el modelo leanhealth, minimizando el impacto al medio ambiente en lo que respecta a la utilización de envases de plástico y cartón, residuos muy importantes derivados de la utilización de medicamentos y equipamiento quirúrgico. Otra de las medidas que ha tomado el Instituto, y que seguirá incrementando, es poner a disposición de sus pacientes cargadores ubicados en el aparcamiento de las instalaciones en Oviedo para los vehículos eléctricos que visiten la clínica.
La actuación de la instalación fotovoltaica se encuadra, además, dentro del plan de ayudas para la realización de instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable en el sector servicios, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el Principado de Asturias, que cuenta con financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea «Next Generation EU».