Artículo actualizado el 10/02/2023
El queratocono es una de las enfermedades más frecuentes de la córnea, que es la capa externa protectora y transparente del ojo. Durante el proceso se da una degeneración de la córnea que consiste en un aumento progresivo de su curvatura. Ésta va adoptando una forma cónica y produce una pérdida paulatina de visión asociada a la miopía y al astigmatismo irregular. En general, un diagnóstico temprano puede hacer que la enfermedad se controle y no llegue a estadíos más avanzados. En este sentido, es muy importante acudir a la consulta de oftalmología para revisiones periódicas y así evitar mayores complicaciones.
Índice de contenidos
¿Qué síntomas tiene el queratocono?
Los síntomas más frecuentes asociados al queratocono son la visión borrosa y la distorsión de las imágenes. Estos primeros síntomas de la enfermedad suelen aparecer sobre todo durante la adolescencia. La patología no siempre se da en los dos ojos a la vez y cada uno puede evolucionar de diferente manera, siendo su progresión más o menos rápida.
Uno de los signos más habituales que hacen sospechar de esta patología visual es que se produzcan variaciones en la graduación del astigmatismo y la miopía que no se pueden corregir mediante el uso de gafas.
¿Cuáles son las causas por las que se desarrolla?
En la actualidad no hay estudios definitivos que concreten de una forma específica las causas por las que se desarrolla esta enfermedad. En algunos casos hay un claro componente hereditario, aunque muchos de los pacientes que lo padecen no tienen familiares con antecedentes corneales típicos de esta enfermedad. Frotarse mucho los ojos suele ser el principal factor desencadenante ayudando a dañar la estructura de la córnea y favorecer la aparición del queratocono.
¿Qué tratamiento hay para el queratocono?
Hasta hace unos años no existían tratamientos que sirvieran para frenar el avance del queratocono. Cuando aún estaba en una fase inicial, se podían corregir sus síntomas mediante el uso de lentes de contacto, pero una vez la enfermedad progresaba y presentaba una sintomatología más severa, la única opción era realizar un trasplante de córnea.
En la actualidad el tratamiento de esta enfermedad va a depender de un diagnóstico precoz porque según la evolución de la enfermedad y la fase en la que se encuentre, se podrán tomar unas medidas u otras otro.
Los distintos estadios son:
- Si el queratocono es diagnosticado en una fase inicial, se puede usar tratamiento farmacológico, consistente en lágrimas artificiales y medicación.
- La siguiente fase permite la utilización de lentes de contacto para corregir el astigmatismo, porque con el uso de las gafas ya no se puede arreglar. Las lentillas mejoran la visión porque regularizan la córnea deformada; pero se trata solo de una solución óptica al problema porque la córnea sigue teniendo problemas estructurales.
- Cuando los síntomas de la enfermedad se agravan, la única solución es la cirugía. Los avances en investigación y el uso de las más modernas técnicas han ido permitiendo incorporar tratamientos cada vez más eficaces que pueden llegar a evitar el trasplante de córnea, como son el crosslinking corneal y el implante de anillos intracorneales.
Complicaciones del queratocono
Si no se lleva un correcto control de esta enfermedad, se pueden producir complicaciones que impacten gravemente en la vida de los pacientes. Por ejemplo, en algunos casos la córnea se puede edematizar de repente, generando una reducción brusca de la visión e, incluso, haciendo que aparezcan cicatrices en la córnea al romperse el revestimiento interior de la misma. Aunque el edema puede desaparecer por sí mismo, las cicatrices se pueden mantener, afectando irreversiblemente a la visión.
El queratocono avanzado
En los casos más avanzados de esta enfermedad se ha visto un aumento de las cicatrices de la córnea, dificultando cada vez más la visión. En estas situaciones, una cirugía de trasplante de córnea puede ser la única solución.
