¿Qué es el daltonismo? Síntomas y causas

¿Crees que lo que ves es lo que hay? Aceptamos la realidad que se presenta ante nuestros ojos. Y, precisamente por ello, no solemos cuestionarnos la veracidad de aquello que nos rodea. Tenemos la costumbre de pensar que todo es tal y como nosotros creemos que es, sin llegar si quiera a considerar que otro ser humano puede percibir el mundo de una forma diferente. Las imágenes, las impresiones o las sensaciones que captamos del exterior conforman nuestra manera de ser. En otras palabras, influencian nuestro modo de pensar, de sentir y de comportarnos.

¿Alguna vez has contemplado una obra del Greco? Se dice que sus pinturas alargadas pueden deberse a que su ojo tuviese un defecto visual. Pero, sea como fuere, ejemplifica cómo una persona observa a los demás de una manera ligeramente diferente. Las enfermedades del ojo pueden alterar cómo apreciamos la realidad. Por ejemplo, el color forma  parte de nuestro día a día. ¿Y si las tonalidades que ves no corresponden a las que tienen en realidad los objetos? Es decir, ¿puede que seas daltónico y que todavía no lo sepas? El daltonismo se produce cuando hay un defecto en los conos del ojo. Una imperfección en estas células de la retina genera un error en la vista que da lugar a dos situaciones. En primer lugar, puede hacer que una persona no perciba determinados colores. Y, en segundo lugar, puede llegar a generar confusión entre ciertas tonalidades. ¿Quieres saber más sobre esta enfermedad? En el presente artículo vas a descubrir cómo identificar esta alteración de la vista, así como sus posibles tratamientos. ¡Continúa leyendo!

Síntomas del daltonismo

Dicen que para gustos, los colores. Ahora bien, ¿qué pasaría si no pudieses percibir la gama cromática al completo? ¿Te estarías perdiendo un pedacito de realidad sobre la que pronunciarte? Cuando hablamos del color nos estamos refiriendo a una percepción. Cada objeto absorbe una parte de las ondas electromagnéticas y, al mismo tiempo, refleja las demás. Estos rayos luminosos generan una sensación en función de su longitud de onda. Los ojos captan las ondas y el cerebro las interpreta. ¿Lo entiendes?

Pero seguro que ahora mismo lo que más te interesa es saber cuáles son las señales o los indicios capaces de revelar si eres daltónico. Así que, ¡vayamos directos al grano! Vamos a empezar explicando que los síntomas del daltonismo pueden tener un carácter muy acentuado o, contrariamente, uno más atenuado. No obstante, en ambas circunstancias, a las personas les resulta muy complicado poder distinguir los colores, diferenciar su brillo así como sombras, matices o tonalidades similares.

Es habitual reconocer este problema durante el tiempo de escolarización. A una edad temprana suelen realizarse muchos ejercicios pedagógicos relacionados con el color. Y, gracias a ello, se pueden detectar dificultades de aprendizaje que alertan al profesorado. De hecho, algunos casos de daltonismo son extremadamente graves. Por ejemplo, algunas personas solo pueden ver el mundo en distintos tonos de gris. Esta incapacidad para percibir los colores se llama acromatopsia.

Hasta el momento, el daltonismo parece un episodio bastante evidente ¿verdad? Pues bien, sorprendentemente no siempre es así. Algunas personas pasan muchos años sin saber que lo padecen. ¿Y cómo es eso posible? Precisamente porque, en algunas personas, esta afección puede manifestarse en un grado muy leve si hay buena luminosidad.

 

Causas del daltonismo

Como indicábamos al inicio del artículo,  la retina es una zona del ojo con alta sensibilidad a la luz donde encontramos las células fotosensibles. Nos estamos refiriendo a los bastoncillos y a los conos.

Estos últimos son fotorreceptores con pigmentos capaces de absorber la luz y desarrollar una visión de los colores. Dependiendo de la deficiencia de esos pigmentos, las personas pueden experimentar distintos tipos de incapacidad para percibir los colores. Así, algunas personas no perciben ningún color (daltonismo acromático). Otras ven gris la parte del espectro rojo-verde (daltonismo dicromático). E incluso algunos pacientes solo identifican el mundo en distintos tonos de un mismo color (daltonismo monocromático).

Por otra parte, podemos destacar que, además de la carga genética, hay otros motivos que pueden dar lugar a esta alteración de la vista. El consumo de ciertos medicamentos o el desarrollo de ciertas enfermedades puede repercutir en la salud de una persona hasta originar esta afección. Podemos citar algunas dolencias como, por ejemplo:

• El glaucoma.
• El Alzheimer.
• La anemia falciforme.
• La degeneración macular.
• La diabetes.
• La enfermedad de Alzheimer.
• La enfermedad de Parkinson.
• La leucemia.
• Las cataratas.

 ¿Cómo se diagnostica el daltonismo?

¿Y cómo podemos comprobar que estamos desarrollando esta afección? Lo mejor que podemos hacer si sospechamos que nuestra vista está experimentando algún tipo de cambio es visitar al oftalmólogo. Entre los más pequeños, algunas situaciones son clave y nos alertan de que algo no va bien. Pero entre los adultos, a veces es más complicado. Para establecer un diagnóstico suele recurrirse a dos exámenes:

• La prueba de Ishihara.
• La prueba de Farnsworth.

El primer test visual fue desarrollado por el doctor Shinobu Ishihara, profesor de la Universidad de Tokio. Consiste en mostrar al paciente una serie de cartas de colores en cuyo centro hay escrito un número en un tono distinto. Las personas con visión normal van a poder detectar cuál es el número que está camuflado entre los colores. Sin embargo, las personas daltónicas, dependiendo del grado de su afección, no serán capaces de hacerlo.

El segundo análisis mide la capacidad visual para distinguir los tonos de los colores. Se presenta un total de 100 capsulas con distintos colores. Es decir, entre ellos pude detectarse una diferencia que, aunque apreciable, no resulta muy evidente. El objetivo de esta prueba es conocer con mayor detalle el tipo de daltonismo que presenta un paciente.

Posibles tratamientos

Tal y como hemos comprobado, el daltonismos es una condición que bien puede venir de nacimiento o con el propio paso de los años. Cuando esta deficiencia del color tiene un origen genético no puede ofrecerse ninguna cura al paciente. En cambio, cuando el motivo de que aparezca esta alteración viene dado por otras enfermedades, puede llegar a tratarse la afección subyacente para recuperar la visión normal del color. Asimismo, en ocasiones es necesaria la interrupción de un tratamiento médico que esté generando la limitación visual en el paciente.

 

Por otra parte, puede llegar a utilizarse un filtro de color sobre las gafas. No sirven para curar la enfermedad, pero pueden compensar las deficiencias entre pigmentos que tienen los conos de la retina. Conociendo el tipo de daltonismo que padece una persona pueden emplearse unas lentes especiales que mejore su percepción del contraste entre los colores que confunde.

Pese a todo, no cabe duda de que este ámbito de la oftalmología está aún por explorar. Por lo que podríamos afirmar casi con toda certeza que, seguramente, las personas con daltonismo van a tener una mejor calidad de vida de aquí a unos años. Mientras tanto, muchas personas siguen supeditando su día a día a esta condición renunciando, incluso, a la profesión de sus sueños. Por ejemplo, es el caso de quienes han querido ser policía, piloto, electricista o controlador aéreo.