Hay ojos que nos gustan más o menos, más originales o corrientes, atractivos, profundos… ¡se dice que los ojos son la ventana del alma! Pero, más allá de estas cuestiones estéticas, ¿importa algo el color de nuestros ojos? Muchas personas piensan que el color de los ojos puede influir en la capacidad de visión o, incluso, en temas de salud como la tendencia a desarrollar ciertas enfermedades oculares.
Seguro que has oído que los ojos claros son más propensos a tener complicaciones como la miopía, escozor de ojos o más dolor en general. Pero ¿es esto cierto? No exactamente. Hay algunas diferencias entre los ojos claros y los ojos oscuros, pero ninguna asociada a enfermedades. A continuación, vamos a analizar qué hace que nuestros ojos sean de un color u otro y si el color de nuestros ojos realmente influye en nuestra visión. ¡No te lo pierdas!
Índice de contenidos
Ojos oscuros VS ojos claros
Nuestros rasgos físicos, como el color y la forma del pelo o nuestra altura, vienen determinados genéticamente. En el caso del color de ojos, también hay un importante componente de azar, que hace que no haya dos ojos iguales, ¡ni siquiera los de una misma persona! Este azar viene dado porque las diferentes marcas minúsculas que se pueden observar en el iris, y que influyen en cómo se muestra el color del ojo, surgen de manera totalmente aleatoria en el proceso de desarrollo del feto.
Realmente, la única diferencia entre el color de ojos depende solo de la proporción y distribución de la melanina en el iris: los ojos oscuros tienen mayor cantidad de melanina en la parte anterior del iris, al contrario que los ojos claros. Por cierto, ¿sabías que todas las personas con ojos azules tienen un rasgo genético específico en común? ¡Esto quiere decir que comparten un antepasado que tuvo una mutación genética! También hay otros colores de ojos mucho menos comunes como el violeta, el gris o incluso el rojo, pero aún se está estudiando exactamente su causa.
Mitos sobre los ojos claros
Aun así, como comentábamos al principio, muchas personas consideran que el tono de los ojos puede influir en el bienestar de la persona. Hay muchos mitos asociados a los ojos claros, por ejemplo, que tienen más propensión a desarrollar miopía u otras pérdidas de visión como la hipermetropía, el astigmatismo o, incluso, la presbicia, porque envejecen peor. También se dice que a las personas con los ojos azules o verdes les suelen doler o escocer más los ojos, y que es más fácil que desarrollen cataratas o desprendimiento de retina.
Si tienes los ojos claros, ¡no te asustes! Afortunadamente todo esto son mitos sin ninguna base científica, y no está probado que el color de los ojos afecte a la visión o a la salud ocular de la persona. De hecho, estadísticamente está comprobado que las personas con ojos claros tienen las mismas posibilidades de desarrollar complicaciones en la vista que las personas con los ojos oscuros.
Con todo esto, sí que hay que señalar ciertas diferencias que afectan mínimamente a algunos tratamientos, ¡pero nada grave ni que vayas a notar en el día a día! Se ha comprobado que, para dilatar la pupila a la hora de hacer una prueba oftalmológica, las gotas tienen un efecto más rápido y duradero en los ojos claros que los oscuros. ¿El motivo? Los ojos oscuros tienen un iris de mayor grosor y las gotas tardan más en atravesar las diversas capas y alcanzar la pupila.
Los ojos claros y la claridad de la luz
Una vez hemos desmontado los mitos asociados a los ojos claros, y dejado claro que no por tener los ojos azules o verdes hay más posibilidades de tener miopía, dolor o escozor en los ojos; hay otra creencia popular que sí que tiene algo de verdad: la sensibilidad a la luz.
Hay que empezar aclarando que hay muchas excepciones y matices, igual que hay personas con ojos oscuros muy fotosensibles, las hay con ojos claros que tienen una gran tolerancia a la luz intensa… Pero, en general, la tendencia es que a las personas con ojos claros les afecte más la iluminación.
Esto no está relacionado con ningún tipo de enfermedad, y es una mera cuestión de la composición del ojo. Mucha gente piensa que se debe a que los iris de los ojos claros se cierran peor al paso de la luz, haciendo que entre más, pero este no es el motivo. Se debe principalmente a dos situaciones concomitantes: al ser más claros (menos pigmento en el iris), dejan pasar mejor la luz y por eso sufren más fotofobia. También suelen asociar menos pigmento en la retina. Esta zona tiene menos melanina en los ojos claros, por eso absorben menos la luz y esta rebota más provocando así más fotofobia.
