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Tomografía corneal: qué es y para qué sirve un TAC ocular

Artículo actualizado el 11/05/2023

¿Sabes qué es una tomografía corneal?

La córnea, la capa más externa del ojo, es completamente transparente y eso dificulta la detección de alteraciones o irregularidades a simple vista. Por ello se recurre a la tomografía corneal, una prueba diagnóstica no invasiva que aporta información sobre la estructura tridimensional de la córnea, valorando la cara anterior y la posterior, así como la relación entre ambas. Es decir, se trata de un procedimiento que se emplea para observar las características de esta primera lente transparente del ojo y el relieve de su superficie para analizar si existen o no irregularidades.

Existen una gran variedad de topógrafos corneales, pero, a modo general, el resultado de la prueba es una especie de mapa tridimensional de la córnea con una representación de su superficie. Esto permite conocer su espesor, relieve, curvatura, elevación y potencia. El procedimiento es indoloro, breve y no implica un contacto directo con el ojo.

¿Para qué se utiliza la tomografía corneal?

Hay numerosos casos en los que puede hacer falta llevar a cabo este procedimiento de diagnóstico. En general, la tomografía corneal se emplea para:

Tomografía corneal como prueba diagnóstica previa a una cirugía refractiva láser.

Evaluar si un paciente puede ser o no apto para una cirugía refractiva láser, para corregir los defectos de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo. En este caso, se recurre también a otras pruebas complementarias como la paquimetría (mide el grosor de la córnea).

TAC ocular como prueba diagnóstica previa a una operación de presbicia

Evaluar si un paciente es apto o no para una intervención para implantar una lente intraocular fáquica o pseudofáquica, tratamiento habitual en los casos de cataratas,  o para la corrección de la presbicia.

Tomografía oftálmica para la detección de enfermedades como el queratocono

Diagnosticar enfermedades como el queratocono o los astigmatismos irregulares. En la actualidad, los avances tecnológicos en los topógrafos corneales han facilitado un diagnóstico precoz de estas patologías.

Tomografía corneal para valorar los resultados de una operación

Asimismo, esta prueba también se emplea para el seguimiento de los resultados de una intervención quirúrgica en la córnea o para que el óptico-optometrista puede adaptar con más facilidad algunos tipos de lentes de contacto.

Obtención de la imagen diagnóstica en una tomografía oftálmica

El procedimiento de la tomografía corneal es muy sencillo y, como apuntábamos, no requiere de un contacto directo con el ojo. Como en tantas pruebas oftalmológicas, al empezar el análisis el paciente debe estar sentado con la barbilla apoyada en el equipo. La máquina va proyectando anillos de luz que se reflejan en la córnea. Mediante una cámara conectada al ordenador se va formando la imagen de la córnea para su posterior análisis.

¿Es lo mismo una tomografía corneal que una topografía corneal?

Aunque la tomografía y la topografía corneal son pruebas muy similares, no tienen exactamente el mismo objetivo. Más allá de lo parecido del nombre, ambas analizan la córnea del ojo y siguen un procedimiento parecido, proyectando anillos de luz para medir la superficie donde se reflejan.

La diferencia es que, mientras la tomografía corneal mide la superficie tridimensional de la córnea, la topografía analiza la curvatura y la superficie anterior de la córnea. Por lo tanto, esta última forma de análisis no nos va a dar una información tan completa.

Unidad de Córnea y Cristalino - Número de colegiado: 333310381