Ojo Seco - Instituto Oftalmológico Fernández Vega
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Ojo seco

Es una enfermedad de la parte externa del ojo (párpados, conjuntiva, córnea y lágrima) que se produce cuando pierde su función de proteger, lubrificar y mejorar la visión, lo que provoca molestias, inflamación y alteración de la visión.

SÍNTOMAS

Las personas con ojo seco se quejan de quemazón, sensación de arenilla, ojos pesados, escozor o molestias oculares.

Estos síntomas se incrementan con determinadas actividades, como usar ordenadores y ver la televisión, o por factores ambientales como el viento, los tóxicos volátiles o el humo del tabaco.

Puede interferir con la visión y, en los casos más graves, producir molestias con la luz (fotofobia) e incluso dolor.

cirugia

CAUSAS

Las más frecuentes, pues afectan a la mitad de los pacientes, son las manifestaciones en los párpados de enfermedades de la piel como blefaritis o rosácea ocular. Asimismo, se puede desarrollar en la
menopausia.

También suele afectar a usuarios de ordenadores ya que, al prestar excesiva atención a la pantalla, se olvidan de parpadear. En un porcentaje pequeño de casos, aunque de mayor gravedad, el ojo seco puede estar asociado a enfermedades hormonales como el hipotiroidismo, patologías autoinmunes (reumatismo, síndrome de Sjögren), enfermedades metabólicas o alteraciones del sueño.

Los síntomas se pueden agravar o manifestar tras una cirugía o traumatismo en la superficie ocular y exposición a tóxicos como la contaminación industrial o el humo del tabaco, al sol o al viento.

TRATAMIENTO

“Para prevenir el ojo seco se recomienda protegerse del viento y del sol, parpadear al usar ordenadores y tratar la enfermedad de base que puede esconderse detrás de los síntomas”.

Primero se trata la enfermedad de base. Después hay que reducir la inflamación y la irritación de la córnea con colirios antiinflamatorios o agentes regeneradores. En los casos más leves puede ser suficiente aplicar lágrimas artificiales en forma de colirio o gel junto con la higiene de los párpados.

Siempre se recomienda tomar medidas preventivas como protegerse del viento y del sol, mantener una postura ergonómica al usar ordenadores (la pantalla más baja que los ojos), así como parpadear, procurar que el ambiente no sea agresivo (ausencia de tóxicos, buena humedad ambiental) y cuidar la piel de los párpados.