Trombosis Oculares - Instituto Oftalmológico Fernández-Vega
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Trombosis Ocular: consecuencias, causas y tratamiento

La oclusión venosa de la retina representa la segunda causa más frecuente de pérdida de visión por patología vascular de la retina después de la retinopatía diabética. Suele afectar a varones y mujeres por igual y se produce fundamentalmente en personas mayores de 65 años.

Clasificación anatómica

La trombosis retiniana puede clasificarse en varios tipos con una historia natural, pronóstico y tratamiento diferentes, dependiendo de los vasos sanguíneos a los que afecte.

  • Oclusión de vena central de la retina (OVCR).
  • Oclusión de rama venosa.
  • Oclusión hemicentral de la retina superior o inferior, que se comporta como una oclusión de vena central de la retina.

Fisiopatología de la trombosis ocular y factores de riesgo

En la trombosis ocular existe una serie de factores de riesgo, ya sean anatómicos por la proximidad de la arteria y de la vena central de la retina, localización y estrechamiento de los vasos en la lámina cribosa, o por glaucoma  que se encuentra presente en el 40% de los pacientes con OVCR (o que lo acabarán desarrollando).

Y factores de riesgo a nivel sistémico como la hipertensión arterial no controlada, diabetes, hiperlipidemia, hiperviscosidad sanguínea y trombofilia entre los que cabe destacar los anticuerpos antifosfolipidicos (anticardiolipina y anticoagulante lúpico), hiperhomocisteinemia (en muchos casos ocasionada por una mutación genética en el gen MTFHR) y sistema de anticoagulantes naturales (factor V de Leiden, proteína C, proteína S y antitrombina).

Es responsabilidad del oftalmólogo estudiar los principales factores de riesgo sistémicos, interpretar los resultados y remitir al paciente al especialista adecuado.

En ocasiones es imposible encontrar una causa subyacente.

Manifestaciones clínicas de la trombosis ocular. ¿Tiene cura?

Síntomas de la trombosis ocular

Uno de los síntomas principales de la trombosis ocular es la pérdida visual brusca e indolora, que puede ser grave en la OVCR y moderada en las obstrucciones de rama venosa. También puede ser más acusada en las formas isquémicas, donde hay una pérdida de campo visual asociada y muchas veces irreversible. El edema macular es la causa más común de pérdida visual central.

 

Signos de la trombosis ocular

Los signos de la trombosis ocular son: Tortuosidad vascular, dilatación venosa, hemorragias retinianas superficiales en el área bien delimitada que afecta la trombosis, edema macular y en algunos casos exudados algodonosos, estrechamiento arteriolar y exudación lipídica. En la fase crónica de la enfermedad, es frecuente la aparición de membrana epirretiniana macular y la alteración del epitelio pigmentario retiniano.


Pruebas complementarias

Angiofluoresceingrafia (AFG)

Determina la extensión de la isquemia si la hubiera y el edema macular, confirma la aparición de neovasos si los hubiera en las formas isquémica.

Tomografía de coherencia óptica (OCT)

Aporta información del edema macular mediante un análisis del grosos retiniano y el estudio de las distintas capas de la retina.

Campo visual

Aporta información sobre el grado de isquemia y pronóstico visual.

Trombosis ocular: consecuencias

Al tratarse de una enfermedad delicada, la trombosis ocular tiene importantes consecuencias para la salud ocular y, de no tratarse a tiempo, puede provocar una pérdida importante de la agudeza visual. El paciente con una trombosis ocular no tratada puede ver afectada su calidad de vida debido a los daños irreversibles en la mácula.

retinopatía-diabética

Tratamiento del edema macular

El especialista será siempre el que determine, dependiendo de cada caso, qué hacer después de una trombosis ocular. En cualquier caso, se deben de tratar siempre las enfermedades sistémicas asociadas cuando las haya.

También se debe de diferenciar entre las formas isquémicas y no isquémicas, así como entre las obstrucciones de vena central y obstrucciones de rama venosa.

 OVCR y de rama venosa isquémica

Para la OVCR y rama venosa isquémica, durante los primeros meses se deben realizar controles periódicos mensuales para descartar neovascularización irideana o angular. Cuando aparezca el primer signo de neovascularización iredeana o angular se debe de iniciar una fotocoagulación con láser de las áreas de isquemia retinianas.

La presencia de neovasos en la retina se debe de tratar mediante fotocoagulación con láser para impedir la neovascularización del segmento anterior.

OVCR y de rama venosa no isquémica

En el caso de la OVCR y rama venosa no isquémica, es importante someterse a controles periódicos durante al menos tres años para detectar la conversión a isquémica.

El pronóstico es razonablemente bueno si no evoluciona a forma isquémica.

Tratamiento del edema macular

  • Inyecciones intravítreas mensuales de fármacos antiangiogénicos (Ranibizumab y aflibercept), mientras dure el edema macular que en ocasiones es persistente.
  • Implantes intravítreos de liberación lenta de Dexametasona. Implantes de Flucinolona con periodicidad cada seis meses en función de la recidiva del edema.
  • En ocasiones cuando la trombosis es de rama venosa y no de vena central, si la agudeza visual es buena y el edema macular moderado, se puede tratar con a AINES y corticoides tópicos a dosis altas asociado a Acetazolamida con controles periódicos (mensuales) para ver evolución y respuesta a dicho tratamiento.