El Profesor Luis Fernández-Vega ingresa como Académico Numerario en la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias
La institución reconoce su contribución a la medicina. Según el Profesor, «este reconocimiento es el mayor estímulo para seguir mejorando y continuar comprometido con los pacientes que todos los años depositan su confianza en nosotros».
En la ceremonia de ingreso habló sobre la multifocalidad en la cirugía del cristalino. En palabras del Profesor, «estamos asistiendo a un envejecimiento de la pirámide poblacional. Cada vez habrá más personas mayores, sobre todo de más de 50 años, que acabarán desarrollando inicialmente presbicia, lo que se conoce como vista cansada, y luego cataratas. Para ellos, la mejor solución son las lentes multifocales».
Trayectoria profesional
Con solo 30 años se convirtió en el catedrático de Oftalmología más joven del país. Actualmente es jefe de servicio en el Hospital Universitario Central de Asturias, además de ser el director médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega: una saga iniciada por el Dr. Adolfo Fernández-Vega hace casi 130 años y que tiene garantizada su continuidad en manos de sus hijos y sobrinos.
El ingreso como miembro de número en la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias le llega tras una larga y brillante trayectoria profesional. Se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad Autónoma de Madrid y se especializó en Oftalmología (1977). Dos años después, se doctoraba en Medicina y Cirugía, recibiendo el Premio Extraordinario. Es autor de más de 200 publicaciones en la especialidad e interviene habitualmente como ponente en congresos nacionales e internacionales. Ha desempeñado y desempeña roles clave en diversas entidades de referencia en su profesión como la SECOIR (Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva), la Sociedad Española de Oftalmología y la Comisión Nacional de Oftalmología de la que es Presidente.
CONTRIBUCIÓN SOCIAL
Es el reconocimiento a una trayectoria en la que se destaca el aporte social que implica haber operado de la vista a más de 30.000 personas. Por el Instituto que dirige, pasan anualmente unas 100.000 personas. Su empeño en seguir avanzando en soluciones y tratamiento de las patologías propias de su especialidad, no solo dan esperanza a los pacientes afectados, sino que se reflejan en buenos resultados, llegando a mejorar la calidad de vida de muchas personas que se ponen en sus manos.